Han pasado más de dos décadas desde que “Bridget Jones” llegó a la gran pantalla y conquistó a millones con su autenticidad, torpeza entrañable y visión del amor. Renée Zellweger, dos veces ganadora del Oscar, regresa una vez más al papel que definió su carrera con “Bridget Jones: Loca por él”, la cuarta entrega de la saga basada en los libros de Helen Fielding. Sin embargo, aunque la película tiene sus momentos de encanto y nostalgia, no logra igualar el impacto y la frescura de sus predecesoras.
En esta historia, encontramos a “Bridget” en una etapa completamente diferente: la maternidad. Viuda desde hace cuatro años tras la muerte de “Mark Darcy” (Colin Firth) en una misión humanitaria, ahora enfrenta el reto de criar sola a sus hijos “Billy” y “Mabel”. A pesar de la tristeza de su pérdida, la película no se sumerge en el drama, sino que sigue la esencia del personaje: una mujer que, con humor y algo de torpeza, sigue buscando su lugar en el mundo.
Con el apoyo de sus amigos de siempre, Bridget intenta regresar al amor en la era de las aplicaciones de citas, encontrándose con un joven encantador (Leo Woodall) mientras también enfrenta la presión de las madres “perfectas” del colegio y una relación inesperada con el maestro de su hijo (Chiwetel Ejiofor).
El talento frente a la cámara es indiscutible. Zellweger sigue siendo la esencia de la franquicia, entregando una interpretación que mantiene la esencia de “Bridget”, aunque esta vez con menos situaciones cómicas memorables. Emma Thompson brilla en su papel de la “Dra. Rawlings”, aportando momentos divertidos con su característico humor seco. Hugh Grant regresa como el eterno “Daniel Cleaver”, añadiendo un poco del cinismo y carisma que siempre ha caracterizado a la saga.
A nivel narrativo, sin embargo, “Bridget Jones: Loca por él” no logra sostener el mismo nivel de ingenio y encanto que hicieron de las dos primeras películas un fenómeno cultural. Aunque la historia tiene momentos emotivos, la comedia no es tan efectiva y la trama romántica se siente predecible y menos inspirada.
Con Michael Morris en la dirección y un guion que incluye a la propia Helen Fielding, la película tenía los ingredientes para ser un cierre digno para la icónica “Bridget”. No obstante, lo que debería haber sido una celebración del personaje se siente más como un epílogo que no logra capturar del todo su esencia.
Zellweger lleva 25 años interpretando este papel con maestría, pero esta última entrega no tiene la energía ni la emoción de las anteriores. Aunque es un placer verla nuevamente en pantalla, “Loca por él” carece del factor inolvidable que convirtió a “Bridget” en un ícono.
En conclusión, “Bridget Jones: Loca por él” es un reencuentro con un personaje querido, pero no el cierre triunfal que los fans esperaban. Si bien ofrece momentos entrañables y el talento de su elenco es innegable, la película no alcanza la magia de las dos primeras entregas. Para quienes han seguido a “Bridget” desde sus días de diarios y decisiones amorosas complicadas, este capítulo final será un adiós sin chispa.