El Super Bowl LIX no solo es un espectáculo deportivo que conmociona todos, también porque siempre sorprende con su Halftime Show, el cual en esta ocasión combinó la esencia del hip hop, la cultura afroamericana y una puesta en escena más minimalista.
Kendrick Lamar fue el protagonista de este show que fue más contenido a diferencia de los que han ofrecido las grandes divas del espectáculo como Madonna, Lady Gaga, Beyoncé, Shakira, Jennifer López y KatyPerry. Sin embargo, Lamar brindó un mensaje poderoso y una producción impecable que fusionó el arte urbano con la identidad nacional.
Desde el inicio, el espectáculo marcó su tono con la aparición del legendario actor Samuel L. Jackson como maestro de ceremonias. Vestido con una estética inspirada en la bandera estadounidense, Jackson introdujo el show con su inconfundible voz y presencia, anunciando la llegada de Kendrick Lamar. A su alrededor, un monumental cuerpo de bailarines vestía los colores monocromáticos del estandarte nacional: azul, blanco y rojo, en una demostración de unidad y orgullo.
Kendrick Lamar irrumpió en el escenario con su característico estilo urbano y su lírica afilada. Arrancó su presentación con “Squabble Up”, encendiendo al público con su energía y un beat demoledor. Luego, interpretó “HUMBLE.”, uno de sus clásicos, seguido de “euphoria” y “Peekaboo”, dos de sus temas más recientes, que llevaron la emoción del espectáculo a su punto más alto.
La escenografía, inspirada en el mundo del fútbol americano, combinó elementos deportivos y urbanos con una fuerte carga simbólica.
El momento más seductor llegó con la aparición de SZA, quien vestía un impactante atuendo rojo. Junto a Lamar, interpretaron “Luther”, una de sus colaboraciones más esperadas, y “All the Stars”, éxito que habían compartido en la banda sonora de “Black Panther”. La química entre ambos artistas electrificó el estadio, dejando una huella imborrable en el público.
Kendrick también regaló a la audiencia su reciente hit “Not Like Us”, el cual la semana pasada le valió los premios Grammy a Mejor Grabación y Canción del Año. El estadio vibró con cada verso, consolidando el tema como un himno contemporáneo de empoderamiento y orgullo cultural.
Para cerrar con broche de oro, Lamar interpretó “TV Off”, un tema en el que originalmente colabora con Lefty Gunplay. La sorpresa de la noche llegó con la aparición de Serena Williams en el escenario, quien se unió a la celebración, en una imagen que simbolizaba la fusión del deporte y la música como pilares de la cultura afroamericana.
