Hace unos días tuve la oportunidad de ser de los primeros en admirar la muestra pictórica de la pintora María Izquierdo en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA), gracias a que al periódico El Informador donde soy reportero, fue convocado a cubrir la rueda de prensa. Y en cuanto tuve contacto con el trabajo plástico de la artista caí enamorado, por lo que quise rendirle mi propio tributo en Rosa Distrito.
Hace casi 10 años que obra de Izquierdo no se presentaba en su Estado natal, por eso me di a la tarea de buscar a mi amiga María Inés Torres Toscano, excelente restauradora y especialista en arte, quien además fue directora del Instituto Cultural Cabañas. De hecho fue María Inés quien en febrero del 2009 gestó los enlaces para que se instalara en el ICC, la exposición “Un arte nuevo: El aporte de María Izquierdo”.
María Inés es muy cercana de la historia de vida de Izquierdo, es una gran admiradora de su trabajo y me explica sentirse decepcionada de que las autoridades locales y nacionales no exploten al máximo el don que nos dejó la pintora, tal y como lo hacen con Frida Kahlo, que párrafos más adelante explicaremos porque las dos estrellas de la plástica son tan comparadas entre sí cuando el trabajo de ambas es distinto, pero sí que la admiración por las dos es grandísima porque son dos iconos de la idiosincrasia nacional.
“Jalisco siempre fue un semillero de grandes artistas, de pintores, escultores, arquitectos, ensayistas, literatos… El Estado siempre ha dado grandes figuras para la plástica y la cultura nacional, pero lamentablemente no sé qué le pasó a Jalisco con esa gran fuerza que traíamos con estos grandes personajes. Por muchos años hubo solamente cinco Patrimonios Nacionales como artistas y tres de ellos fueron jaliscienses, José Clemente Orozco, Dr. Atl y María Izquierdo”.
La muestra “María Izquierdo. En la colección Andrés Blaisten”, se inauguró el pasado 9 de febrero y permanecerá abierta al público hasta el 6 de mayo, son 26 piezas en exposición de las 35 que posee la Fundación Blaisten. La muestra está estructura de tal manera que los espectadores verán retratos, autorretratos, elementos circenses y exteriores como paisajes. María Izquierdo es originaria de San Juan de los Lagos (1902-1955), murió muy joven.
“María Izquierdo sale de este municipio, que si ahorita sigue siendo chico, imagínalo a principios del siglo XX. Entonces, ella sale con ese ímpetu, carácter y aplomo y se va a la boca del lobo que era la Ciudad de México, que en aquella época la veíamos como un monstruo. Y María tiene la pasión y el talante para abrirse camino en un mundo de hombres en la Escuela Nacional de Bellas Artes y sobresale, pero jamás perdió su estilo mexicano”.
“Ella jamás se dejó apabullar por otros estilos, ni otras corrientes, siguió fiel a su paleta de colores vivos, a su mexicanidad… sin caer jamás en el folclor o en los temas políticos, ella tenía sus temas perfectamente entendidos y sabía perfectamente a dónde iba, qué era lo que quería plasmar, el México que ella traía en el corazón, el que le tocó vivir. Muchas de sus escenas son las circenses, cuando llegaban los espectáculos de circo a su pueblo, los caballos también eran animales que la apasionaban”.
Destaca además María Inés que Izquierdo nunca fue una artista improvisada de sentarse a esperar a que las musas tocarán a su puerta, por el contrario, desde un principio ya tenía ideado qué iba a pintar y cómo lo iba a realizar. Además, Izquierdo fue la primera mujer latinoamericana que expuso en Estados Unidos, señala María Inés que no cree que se tenga un número exacto de todas las obras que hizo a lo largo de su carrera porque siempre fue una pintora que vendía muchos cuadros.
¿Por qué se le compara con Frida Kahlo?
Las únicas similitudes que tienen María y Frida es que fueron mujeres pintoras mexicanas abriéndose paso en un mundo de las artes dominado por hombres, en tanto su trabajo es muy distinto. Mientras Frida exploraba en su arte su dolor personal, María plasmaba el México que a ella le gustaba y en el que se desarrollaba.
“María Izquierdo tuvo una retrospectiva de su obra en Bellas Artes en 1943, cosa que Frida nunca logró en vida, después realizó muchas. Frida para mí retrata su historia muy personal, su situación, sus pesares, sus sin sabores y sus alegrías, no de un México como lo pinta y lo plasma María Izquierdo, además las paletas de cada una son totalmente diferentes”.
“Yo creo que se les compara porque fueron dos luchadoras de la misma época y al mismo tiempo, porque también estuvieron otro tipo de mujeres creativas de otras disciplinas, y todas luchaban en un mundo de hombres”.
Eso sí, en la actualidad es Frida Kahlo uno de los personajes más populares y comerciales de México, aspecto que ya no se desarrolló en Izquierdo pese a tener todo el potencial para despuntar en cuestiones mercadológicas como la imagen que tiene hoy en día Frida Kahlo.
“Yo no minimizo a Frida, a mí su obra me gusta muchísimo, y siento que es una obra que también salió de un alma muy atormentada, cosa que no tenía María Izquierdo, que lo único que la mató, que la hizo pedazos, es que no la dejaran ser muralista, ya que tenía todo listo, las envidias de tanta gente la bloquearon”. Señala María Inés que probablemente el machismo de la época tuvo que ver con esto, por ese entonces los únicos muralistas de la época eran Orozco, Rivera y Siqueiros.
De verdad que tiene que ir a ver la exposición de María Izquierdo en MUSA. Más información en https://www.musaudg.mx/