La tercera entrega de “Venom”, ahora llamada “El Último Baile”, cierra el ciclo de siete años donde Tom Hardy se convirtió en uno de los antihéroes favoritos de Marvel. Si bien desde la primera parte dejaba claro la franquicia que el humor predominaría el discurso de “Venom”, creo que esto también le jugó en contra.
Pues si tienes a uno de los personajes más impactantes de Marvel, eso ameritaba que el simbionte favorito de los amantes de los cómics, “Venom”, también tuviera un espectro oscuro, más agresivo y letal. Al final el resultado es tan familiar y amigable que comparo esta trilogía con el humor que ofrece “Sonic”, que son películas para niños de 10 años.
No me tomé nada en serio la trama de esta tercera entrega, eso no quiere decir que no esté amena, pero tampoco sucede algo increíble que marque un precedente por el cual será recordada la cinta. El humor bobo y muy americanizado se excedió mucho, demasiado empalagoso.
Pero sí estuvo interesante cómo se desarrollan nuevos personajes a través de espectaculares simbiontes que buscan sobrevivir. Tom Hardy si bien mostró un lado más relajado en esta franquicia, es verdad que lo amamos por el arrojo con el que desarrolla sus personajes y aquí hizo falta un poco de ese toque.
Cabe resaltar que la cinta es dirigida por Kelly Marcel cuyo guion es de ella y el propio Hardy, además, ambos son productores junto con Avi Arad. En el elenco participan Chiwetel Ejiofor, Juno Temple, Rhys Ifans, Peggy Lu, Alanna Ubach, Stephen Graham y el tapatío Cristo Fernández.
Sinopsis:
En “Venom: El Último Baile”, Tom Hardy regresa como “Venom”, uno de los personajes más queridos y odiados del universo de Marvel, para darle cierre a la trilogía. “Eddie” y “Venom” están huyendo. Perseguidos por sus dos mundos, el dúo se ve obligado a tomar una decisión devastadora que bajará el telón del último baile de “Venom” y “Eddie”.
Durante la escena de la mitad de los créditos de “Venom: Carnage liberado”, “Eddie” y su compañero simbionte son transportados misteriosamente a lo que parece ser la línea de tiempo principal del Universo Cinematográfico de Marvel habitada por el Spider-Man de Tom Holland. Esto sucede poco después de que el simbionte sea consciente de múltiples realidades, lo que sugiere que una futura salida cinematográfica para el antihéroe podría centrarse en una aventura multiverso.