El próximo jueves 27 de septiembre se realizará la edición número 62 del Premio Ariel que organiza La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), la ceremonia será virtual; la transmisión podrá seguirse por el Canal 22.
Dos de las nominadas en este evento que se enmarca en la nueva normalidad a causa de la pandemia por COVID-19, son Mónica del Carmen y Edwarda Gurrola, con quienes tuvimos oportunidad de conversar acerca de esta distinción que tienen gracias a su trabajo en las cintas “Asfixia” y “Luciérnagas”, respectivamente.
Mónica ya había ganado el Ariel como mejor actriz en 2011 por la cinta “Años bisiesto”, ahora compite en la terna de mejor coactuación femenina por su papel de “Conchita” en “Asfixia” de la directora Kenya Márquez. “En 2011 mi mamá recibió el Ariel porque yo estaba trabajando en Francia y en esta ocasión la ceremonia será en línea, pero lo importante es que a pesar de esta pandemia el cine mexicano tenga cosas que celebrar”.
Mientras que Edwarda ya había sido nominada en el 2016 en la categoría de mejor actriz por la cinta “El placer es mío”, ahora también está nominada como mejor actriz tras interpretar a “Leti” en “Luciérnagas” en este filme dirigido por la directora Bani Khoshnoudi. “Estoy muy honrada de que mis compañeros me nominen, sobre todo en estos momentos también es un poco como una caricia al corazón, para mí es mi segunda nominación y espero que la ceremonia aunque sea sui géneris, también podamos celebrar el cine mexicano que nos hace tan feliz y que a todos nos apasiona”.
Ambas coinciden que seguramente después de estos meses que ha durado la pandemia cuando se retome el trabajo histriónico con mayor certidumbre, habrá un sentimiento de valorar más el trabajo, el aquí y el hoy.
En cuanto al desarrollo de sus personajes en estos filmes por los que las dos están nominadas, dice Edwarda que “Leti” es una mujer veracruzana muy fuerte. “Ella encarna la mirada de las personas que se quedan cuando sus parejas se van del otro lado. Entonces, hay otra realidad, tiene que cuidar de su tío y del hotel que maneja. Vive en este puerto donde va y viene la gente, donde no hay nada permanente y donde es muy difícil lograr y edificar una relación. Es el viaje de ‘Leti’ hacia su propia búsqueda y liberación donde conoce a un iraní que llega por accidente a México y a través de él su fortaleza de coraza se va haciendo un poco más vulnerable y vemos un poco de su mundo interior”.
Confiesa que la directora le dio mucha libertad y al mismo tiempo le dio unos caminos muy precisos por dónde ir.
Mónica representa a “Conchita”, una dependienta de una farmacia de similares. “Está obsesionada con casarse, con formar una familia con ‘El Bernie’, que desafortunadamente no es una buena pareja. ‘Conchita’ solo piensa en la boda, en quién la va a entregar, los recuerdos, el vestido, el peinado y el maquillaje, es una obsesión completa que la inunda. Toda esta situación la llena de conflicto por la posibilidad de que su boda no se lleve a cabo. Para mí ha sido un personaje muy bonito, muy importante, porque Kenya Márquez es una directora que maneja un tono muy contrastante, es una especie de humor negro donde la situaciones son muy reales, con emociones que caen en lo agridulce y es lo que más me gustó de mi personaje”.