Los melodramas no solo brindan entretenimiento al público, también son una ventana para abordar problemáticas sociales que confrontan, por ejemplo, la violencia de género que se aborda en “Imperio de mentiras”, telenovela producida por Giselle González que se puede ver de lunes a viernes a las 21:30 horas por Las Estrellas.
En este proyecto participa la actriz y fotógrafa Sandra Kai, quien interpreta a “Sonia”, una mujer que vive bajo el yugo de su esposo “Eugenio” (Alejandro Camacho). “En esta historia soy ‘Sonia’, una mujer que se enamora de un hombre que la conquista a través de regalos, viajes, lujos y atenciones. Es un hombre encantador que resulta que con el paso del tiempo se vuelve extremadamente celoso, que no la deja salir sola, que le manda seguridad para que la estén vigilando, hasta que sus celos la llegan a lastimar tanto verbalmente, como hasta llegar a los golpes”.
Destaca que este rol es una aventura agridulce en su carrera. “Por un lado como actriz es un gran reto donde estoy aprendiendo mucho, pero al final es muy duro saber que esto pasa”. Una de las reflexiones que vienen a colación es que cuando una mujer sufre de violencia doméstica o de género, se le revictimiza, se le hace ver que ella es la desequilibrada, cuando en realidad es el hombre que ejerce la violencia el que está verdaderamente mal y fuera de lugar.
“Ya que estás muy dentro de la relación y que incluso hay hijos de por medio, (los hombres) sacan esa parte oscura”, comparte Sonia, quien además resalta que para muchas mujeres el darse cuenta de la relación destructiva en la que están les toma tiempo, pero justo cuando abren los ojos, tienen que acercarse a pedir ayuda y ver la manera en la que puedan optar por una vida más tranquila libre de violencia. “Es decir no más, porque ya hemos visto casos de feminicidios y que pasan además tan seguido, que ya no podemos permitir el más mínimo abuso”.
En cuanto a la manera de contar los melodramas ahora, reconoce la actriz que estos se tejen con más naturalidad. “Ya son historias más aterrizadas y más complejas. El formato y el lenguaje son más cinematográficos. La trama es policiaca, pero no deja de tener su parte romántica, que eso nos encanta a todos, pero ya no se trata del bueno o el malo, cada personaje tiene sus motivos, en mi caso es la violencia de género”.
Sobre la interacción con Alejandro Camacho, dice Sandra que es un actor comprometido y respetuoso. “Me ha ayudado mucho para este personaje. Él es un gran ser humano, pero sí que tiene esta energía que te impone y que ya cuando estás en el set, es muy cuidadoso, está pendiente de no lastimarme, por ese lado me siento muy protegida”, pero por otro Sandra está expectante de aprender de la experiencia del actor, justo antes de cada escena tienen ensayos donde se retroalimentan. Con respecto a su profesión de fotógrafa, dice Sandra que le apasiona el retrato, de hecho ahora quiere hacer fotos con varios actores de la telenovela.
