Este sábado 10 de octubre desde las 11:00 horas se podrá ver en Sala Digital del Conjunto Santander de Artes Escénicas, el montaje de cabaret, “La procesión de la santa mentira”, protagonizado por el actor Copatzin Borbón, cuya compañía es Axolote: Artes escénicas; la producción recae en Laura Iveth López Marín y la dirección en Tito Vasconcelos.
Cuenta en entrevista Copatzin que el boleto general cuesta 80 pesos y así se mantendrá las primeras semanas el contenido con este precio, luego irá aumentando hasta costar 120 pesos.
“Este montaje se estrenó en el 2011. Entonces, ya tenemos casi 10 años que hemos estado ininterrumpidamente en prácticamente todos los foros de la ciudad de Guadalajara. Hemos estado también en diferentes ciudades y festivales del país, incluso en España. Ha sido un recorrido muy enriquecedor porque nos ha llenado de experiencias de distintos públicos y lugares”.
Ahora se enfrentan a este nuevo reto, que es el digital, “donde no hay barrera de espacio, ni de tiempo y nos permitirá llegar a públicos que antes no habíamos podido. Este ha sido un regalo del Conjunto Santander y de la Universidad de Guadalajara, de permitirnos esta oportunidad porque la Sala Digital es una plataforma muy importante”.
El contenido ya se grabó y ya está listo para ser transmitido, cuenta Copatzin que las salas 1 y 2 del inmueble prácticamente se transformaron en estudios de televisión. “Se grabó a seis cámaras, incluso la plataforma tiene alrededor de 20 espectáculos. Entonces, hay para todos los gustos, ópera, danza, niños, folclor… y nosotros estamos en cabaret”.
Confiesa el actor que para él hacer el montaje en este formato fue muy divertido. “Fue novedoso y un poco raro. Este espectáculo requiere mucho de la improvisación con el público y el contacto, eso es lo que tiene el cabaret, que la respuesta con la audiencia es inmediata. Y al no tener el público es un reto muy grande, lo que hicimos nosotros fue tener invitados a través de Zoom para poder hacer una improvisación, también la hicimos con el mismo equipo de técnicos, los trataba de involucrar en el espectáculo, igual también con el músico que está en vivo, para poder mantener esta característica tan importante que tiene el cabaret”. El resultado es que el humor y la comedia traspasan la pantalla.
La trama gira sobre un grupo de peregrinos que lleva a su santa patrona en una tradicional procesión, cuando milagrosas apariciones los sorprenden con revelaciones históricas que pondrán a prueba su fe, su fuerza y su buen humor. Copatzin interpreta a más de tres personajes que se debaten entre la fe, la homofobia y la misoginia.
“La anécdota sucede en una peregrinación muy del estilo de Jalisco donde va la señora, el señor, el político, el perro, el de los cuetes y el danzante. Entonces, tratamos de retratar eso por medio de seis personajes, yo interpreto a todos”.
El primero en aparecer es una señora devota de la cual se inspiró Copatzin en su abuela para construirla, luego llega un vendedor de reliquias y un político que hace referencia a todos los que se pueden reconocer en México, “ellos prácticamente nos hacen los sketches con sus declaraciones y ahora tenemos mucho de qué hablar con lo que dice por ejemplo el gobernador del Estado, el presidente de la República y los diferentes secretarios de salud de varios lugares”.
Y en esta peregrinación también aparece Tonantzin, la diosa madre de la cultura mexica. “Ella es la mamá de todos los dioses y aparece para regañarnos a todos los ciudadanos de México, viene de una manera amorosa y divertida a darnos un aviso muy importante, que las diosas y vírgenes se han puesto en huelga y no habrá más milagros, que será trabajo de nosotros resolver los problemas que tenemos aquí en la tierra”. Reitera Copatzin que este montaje no tiene fecha de caducidad y continuará mientras así lo quiera el público.
Imagen que ilustra el artículo de Nación Imago.
