El Festival de Cine de Morelia premió hace unos días al holandés Martijn Kuiper como mejor actor tras su participación en la cinta “Ricochet”, dirigida por Rodrigo Fiallega, cineasta que tomó inspiración para realizar este filme de los relatos de Juan Rulfo y de un hecho real ocurrido en Argentina.
En la trama “Martijn”, quien reside en un pueblo de Jalisco, sufre la muerte de su hijo y a partir de ese hecho parece haber quedado inmóvil en el tiempo. El filme transcurre en un solo día, cuando Martijn se entera de que el presunto asesino de su hijo será puesto en libertad al carecer de pruebas que demuestren su culpabilidad. Entonces, Martijn saca toda la frustración contenida y decide vengarse.
Señala el actor que llegó al proyecto a partir de una entrevista con la productora y el director de la película. “Yo había leído el guion antes de la entrevista y me encantó. Yo soy bastante sensible a ese tipo de cosas, no me gusta agarrar cualquier guion, por más que sea trabajo, porque me gusta seguir una cierta línea de historias y de dirección. Y cuando hablé con Rodrigo sobre cómo quería llevar la película, la actuación y la historia, nos encontramos y fue un rotundo sí”.
El personaje que explora el actor, es el de un hombre que a partir de la contención vive sus sentimientos. “Las emociones de este personaje están más bien escondidas. La vida sigue, toda la historia sucede en un solo día. Él se levanta y va al bar, a la farmacia, hace su vida… visita a su hija y habla con su mujer… se separaron después de este hecho trágico, que es también una cosa bastante interesante de resaltar, lo que sucede en una pareja que a veces se separa por el dolor, y en otros casos la relación se refuerza”.
Y continúa, “pero sobre todo lo que me interesó del guion, es que las cosas están debajo de ciertas capas, no se muestran, están más bien escondidas y eso en la actuación hay que tenerlo bien en cuenta, porque parece que es una película en la que no pasa nada, pero todo está ahí, ese es el reto y el desafío”. La contención es un gran ejercicio en el histrionismo, destaca el actor que todo está en los detalles físicos, “en este caso lo que se dice es un diálogo cotidiano, no se habla directamente del asesinato y si el asesino se queda libre. En mi actuación he tratado de construir una tristeza contenida en los pequeños detalles”.
En marzo pasado, Martijn presentó en el Teatro Milán, el unipersonal “A fuego lento”, que espera retomar en otro momento. “Es un monologo brutal, durísimo, sobre qué pasa con un hombre que tuvo una infancia trágica, llena de abusos y después de (otras) experiencias, si se merece una segunda oportunidad”. También desarrollará proyectos fílmicos en España, sin embargo aún no hay fecha, precisamente por la crisis sanitaria que se vive. Pero sí adelanta que tendrá una participación en el nuevo proyecto de Alejandro González Iñárritu.