El pasado 19 de noviembre se estrenó en cines la cinta mexicana “El baile de los 41”, dirigida por David Pablos y protagonizada por Mabel Cadena, Poncho Herrera y Emiliano Zurita, con quien previo al lanzamiento en salas de cine, tuvimos oportunidad de conversar con él. Este proyecto se basa en un hecho histórico ocurrido en el Porfiriato, la detención de 42 homosexuales reunidos clandestinamente celebrando su libertad, sin embargo, en la lista solo aparecieron 41, porque el 42 era Ignacio de la Torre (Herrera), yerno del presidente Porfirio Díaz.
A pocos días de su estreno, la cinta ha contado con la buena respuesta del público, si bien es una trama que atrae a la comunidad LGBT, está pensada para todo el público. “Se tocan tantas temáticas importantes para nuestra sociedad, especialmente en México, que la verdad han sido relevantes estos últimos 119 años desde que pasó el baile y se me hace muy importante que todo el mundo vaya a verla para generar esas conversaciones, para darse cuenta que hay ciertas cosas que aprendimos de nuestra sociedad y nuestra cultura, que no están bien, que están ancladas en ciertos machismos, homofobia y racismo, que solo se cambian si aprendes desde ellos, sino pasan desapercibidos”.
Dice Emiliano, que después de tanto tiempo que ha pasado, todo esto debe cambiar porque sigue habiendo una estigmatización, en este caso de la homosexualidad. Los hombres heterosexuales cuando van a cumplir 41 años se brincan al 42, y hay otros ejemplos muy similares en relación con esta anécdota de la historia de México. “Yo no sabía del baile en sí –del hecho histórico– pero sí de esta estigmatización del número 41. En la escuela nadie quería ser el número 41 y no tenían la remota idea de por qué –que estaba anclado totalmente en lo homofóbico y machista–”.
En el filme también se retrata una diversidad masculina bajo un halo de erotismo, hedonismo y una estética muy peculiar, trabajo de dirección, fotografía y casting. “Se trabajó minuciosamente, no solo en conseguir rostros de época, también en una gama de masculinidades para los 42 y es algo increíble verlo en pantalla”.
“Especialmente yo trabajando con mi personaje (Evaristo Rivas), me clavé mucho en esta temática del honor en el Porfiriato, que estaba anclado en el machismo y que se decía que una mujer solo podía perder su honor si era mala madre, o mala esposa y un hombre iba construyendo su honor con su nombre y lo peor que podía pasarle, era perderlo. Y a Evaristo siempre lo vi como un hombre que buscaba ser el más macho de la sociedad, para comprobar que su orientación sexual no importaba en eso”. En la cinta se ve como a estos 42 hombres los borran de la historia, les quitan su nombre, los deshumanizan, les quitan su honor, lo más importante que tenían en ese entonces. Sin embargo, a través de esta cinta, el director los revaloriza y les da el lugar que merecen.