El drama es un dulce que nos encanta a la comunidad LGBT, lo saboreamos de poco a poco. Nos gusta rasgarnos las vestiduras con canciones sobre amor y desamor. Y hay alguien con una voz espectacular que nos está dando mucha tela de dónde cortar, se trata del español Enrique Ramil, quien rompe la barrera del género y los estereotipos sociales al entonar a todo pulmón “Prefiero ser la otra”, tema compuesto por Yasmil Marrufo y Mario Cáceres.
Conversamos con Enrique sobre este tema fuerte e irreverente que habla de lo que muchos queremos decir, pero que pocos nos atrevemos. “Yo creo que a lo largo de la historia la música siempre ha pasado eso, contar cosas que de entrada eran difíciles de decir en una conversación normal, o que a lo mejor tener una opinión o manifestarla representaba ese miedo al qué dirán, y también el hecho de que está canción está en femenino”.
Recuerda Enrique que los autores de esta canción la hicieron con la idea de que sería interpretada por una mujer, sin embargo, durante una cena en la casa de su manager, donde estaba Yasmil, una de las autoras de la pieza, en la tertulia terminaron cantándola y fue entonces que el representante de Enrique pensó que él debería cantarla, pues se le da muy bien entonar las canciones de Roció Jurado y Rocío Dúrcal.
“Cuando yo escuché la canción me enamoré y me la quedé. Cuando me preparo una canción, siempre intento ponerle parte de mi vida, que es como yo aprendí a trabajar los temas, como si fueran una obra teatral de tres o cuatro minutos para poder transmitir las emociones que para mí (deben ser). Y una parte del drama (que tiene la canción) es que alguien prefiera ser la otra antes que la oficial, por así decirlo”.
Comparte que este proyecto le recuerda a las telenovelas, o los culebrones como les llaman en España donde hay mucho drama de por medio, “pero que al final muchas veces la realidad las supera siempre. Y la otra polémica es que el tema está escrito en femenino y como es una obra de arte en sí, yo considero que no soy nadie para modificar ni una sola palabra y menos para cambiarla de género, como si yo tuviera un problema para cantarla en femenino”.
Y ahí radica el éxito que está teniendo la melodía, porque Enrique se está presentando tal cual es, sin pretender otra cosa que conectar con la audiencia a través de canciones como esta que son tan pasionales y que se cantan con mucha verdad de por medio.
“Desde que comenzamos a hacer la producción, me imaginé que era como si Alicia Keys hubiera compuesto una canción para Rocío Jurado, y al final, por cosas de la vida, me la hubiese quedado yo. Tiene toda la parte de la música que yo solía escuchar y cantar como el soul, el jazz, el góspel y el R&B, además que también escuchaba y cantaba mucho a todas las damas de la canción de la balada dramática, de todas esas canciones de despecho que me gustan tanto”.
Además, Enrique no solo rompe las barreras del género en la música, también en su expresión, en todo ese halo glam que lo caracteriza, en el maquillaje y la ropa exuberante que porta. “Yo siempre he querido tener un referente, alguien en quien verme y he tenido la suerte de poder quedarme con el mensaje de ser auténtico. Y por lo que estoy viviendo ahora, me siento muy agradecido que haya tanta gente que me haga saber que de mayor quiere ser como yo”, o que a partir de conectar con su proyecto se abra la conversación para hablar sobre otras cuestiones que tienen que ver con la diversidad.
“Al final el arte está para eso, para cambiar el mundo, para poner sobre la mesa conversaciones que de otra manera no se tendrían y me gusta mucho ser una pequeña parte de todo ese cambio que se hace a través del arte”.
Enrique adelanta que el plan es seguir sacando singles y ya que haya los suficientes publicar un álbum físico, antes de lanzar “Prefiero ser la otra”, la carta de presentación fue “Mentira”, de hecho recién acaba de anunciar en sus redes sociales que saldrá una versión ranchera de “Prefiero ser la otra” en colaboración con la venezolana Karina, reconocida por la balada “¿A quién?”.