El cantante colombiano está de manteles largos con la salida de su segundo álbum de estudio “Dopamina”, material con varias colaboraciones que lo tiene muy satisfecho y con el que desarrollará fechas de conciertos en Estados Unidos, esperando pronto se reactiven las plazas en América Latina tras la pandemia.
“Estoy súper contento y feliz, me siento mucho más seguro, siento que me siento mucho más preparado viviendo mi sueño, además de muy motivado. Este álbum, tras la cuarentena se me atrasó mucho, estuve muy ansioso al inicio porque me tocó parar, pero finalmente ya lo tenemos”, comparte en entrevista.
Manuel tiene canciones en este disco con Farruko, Maluma, Justin Quiles y Wisin y Yandel, entre otros. Expresa que es un proyecto muy distinto a lo que había hecho, porque incluso experimenta con otros sonidos. “Las emociones que quería expresar son muy distintas, también la musicalidad, hay reggae, afro beat combinado con champeta, obviamente urbano y un perreito oscuro dance hall, yo espero que a la gente le guste, no lo hice pensando en tener la misma fórmula de ADN”.
A propósito de lo que está sucediendo en Colombia tras las marchas que el pueblo ha emprendido en contra del gobierno, primero por la ley tributaria y después por la violencia policial que ha ejercido, Manuel hace un llamado al apoyo de su país, pero desde la paz, pues expresa que el resentimiento y la violencia no traen nada.
“Yo entiendo que la gente esté con resentimiento y con dolor, entiendo la violencia que está sucediendo en el país, pero nunca he sido partidario de que el resentimiento se responde con resentimiento, totalmente lo contrario, pienso que la violencia que se está incitando en el país tiene que parar por iniciativa de todos nosotros. La gente que tenemos voz en el país no podemos incitar a la gente para que el resentimiento continúe, al revés que llegue la paz, por lado y lado. Hemos vivido la misma historia y el círculo vicio durante más de 60 años”.
Finalmente señala que ahora vive más aterrizado con respecto a lo que quiere en su vida, “antes era muy soñador, era un carrito loco, ahora estoy claro sobre cómo quiero proyectar a Manuel Turizo visualmente, a dónde lo quiere meter y cómo quiero que lo escuchen. Me siento mejor preparado, estoy viviendo mi sueño, lo estoy cumpliendo, y eso me hace poner la vara más alta, porque no me conformo”.