Un valor emergente de la música pop es Dave Rhoms, quien ha comenzado a trazar su destino en la industria del entretenimiento con la salida de su primer sencillo “Otro más”, canción que además es de su autoría. Conversamos con él sobre este proyecto y cómo ha sido cristalizar su sueño.
“Este es mi primer sencillo, el primero que literal saco al mercado porque ya había cantado uno que otro cover, pero este ya lo compuse yo… son mis letras y mis historias”. Confiesa que Otro más” es la carta de presentación por el ritmo que tiene la pieza.
“Tengo otras canciones guardaditas por ahí que próximamente verán la luz, pero son como de un ritmo más balada con piano y violines. Yo también soy bailarín y quise que mi primer sencillo fuera algo más que una balada para poderle meter coreografía en el escenario y sacarle punch. Entonces, escribí pensando en eso, en una rola para explotarla en el escenario”.
La letra refleja algo que él vivió, como seguramente les ha pasado a más personas, una decepción amorosa. “Es esta parte de cuando te enamoras de alguien, que estás súper enamorado, pero que esa persona no busca lo mismo que tú. Entonces, llega ese punto en el que se aleja y uno se queda clavado tratando de olvidarla como se pueda”.
Expresa que siempre ha querido contar historias a través de sus canciones y se está cumpliendo ese sueño, de generar una conexión con la gente desde sus vivencias, “historias tanto propias como de gente cercana que llegan a impactarme y siento que la música es el mejor medio para contarlas”.
En cuanto a la imagen, Dave apuesta por un look rebelde. “Ese es mi estilo, lo que me gusta proyectar, siempre me ha gustado este lado rockero… chamarras, estoperoles, cadenas… así que siempre trato de vestirme así para las sesiones (de fotos). Ahora el cantautor se enfocará en lanzar sencillo por sencillo y cuando se haya afianzado más, pensar en un EP o un disco.
Dave desde pequeño se dio cuenta a qué se quería dedicar, por lo que su preparación es integral. “La primera vez que tuve contacto con la música, fue cuando tenía 10 años, teníamos un teclado abandonado en la casa”, recuerda que su mamá lo vio tocarlo y le consiguió un maestro. Tomando clases se enamoró de la música y luego entró a una escuela de iniciación artística de Bellas Artes como pianista.
Recuerda que en ese momento fue cuando comenzó a explotar todo su potencial, porque sus días se enfocaban en lo académico y lo musical. Luego de tocar otros instrumentos, quería ser músico, pero al iniciarse en la composición y al adquirir una experiencia más integral, volcó sus deseos a desarrollarse como cantautor, actualmente tiene 23 años y muchas ganas de cumplir los objetivos que se ha propuesto.