Por Daniel López
Durante el desarrollo del Festival Internacional de Toronto (TIFF), se presentó “Charlotte”, un largometraje biográfico animado dirigido por Éric Warin (“Bailarina”, 2016) y Tahir Rana. La historia nos cuenta la vida de Charlotte Salomon, una talentosa pintora judía alemana, quien vivió sus primeros años en Berlín, y justo cuando está cerca de la mayoría de edad, suceden los eventos previos a la Segunda Guerra Mundial.
La inspiración para crear esta historia fue una serie autobiográfica de pinturas titulada “¿Vida? ¿O teatro?: Una obra de teatro”. Esta serie constaba de 769 obras pintadas durante la Segunda Guerra Mundial por Charlotte.
La película comienza por el final, y a pesar de que es una premisa a la que ya se ha recurrido muchas veces en el cine, funciona y va perfecto para la narrativa de la historia.
Charlotte tiene una vida complicada, pierde a su madre por influenza a los 8 años y queda a cargo de su padre, un reconocido cirujano que al tiempo, se vuelve a casar, con la reconocida cantante de ópera Paula Lindberg.
Persiguiendo sus sueños de convertirse en artista, Charlotte solicita y gana un lugar en la prestigiosa Academia de Arte de Berlín. En el inter conoce y se enamora del profesor de canto de su madrastra –Alfred Wolfsohn–, él será pieza clave para alentarla a seguir con su arte, pero también será quien le rompa el corazón, sumado al contexto bélico en el que se desarrolla la artista.
Charlotte es expulsada de la academia por ser judía, la vida se pone más complicada por la dictadura hitleriana y sus padres optan por enviarla a Francia con sus abuelos, ahí pasará su días pintando y cuidando de ellos, pronto descubrirá un terrible pasado que podría perjudicar su estabilidad emocional, sin embargo, para equilibrar sus emociones se encontrará con su segundo amor, un refugiado llamado Alexander Nagler.
El drama está presente todo el tiempo en la historia, si bien es una película animada, podemos lograr ser empáticos con las emociones de los personajes, ya que quienes les dan voz a sus historias son actrices y actores de quienes ya tenemos referencia por sus excelentes trabajos.
Keira Knightley da voz a “Chalotte” y Marion Cotillard lo hace también para la versión en francés. Henry Czerny es “Dr. Moridis”; Helen McCrory es “Paula”; Mark Strong es “Alfred Wolfsohn” y Sam Claflin es “Alexander”.
La animación podría parecer sencilla a simple vista, pero no cabe duda que es arte en cada cuadro que presenta. Podremos observar hermosas transiciones en acuarelas que nos muestran el resultado final en los trabajos artísticos que realizó Charlotte.
En general, esta es una historia con datos crudos, temáticas sociales y psicológicas que pueden causar un debate en los espectadores, pero que al final nos muestran que la vida es una constante montaña rusa, y a pesar de eso, se deben perseguir los sueños con todo el corazón.
“Charlotte” se seguirá presentando en festivales y pronto tocará el turno en nuestra ciudad, donde se proyectará en la Cineteca FICG como una de las galas a beneficio, en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
