Ponerse en los zapatos del otro, o vivir en la piel de alguien más es una premisa que prevalece una vez más en el quehacer fílmico del realizador mexicano Salomón Askenazi. Esto se puede ver en su reciente película “El rey de la fiesta”, historia protagonizada por Giancarlo Ruiz, quien interpreta a “Héctor”, un hombre que al atravesar una crisis emocional asume la identidad de su hermano gemelo “Rafael”, pensando que está muerto, pero pronto el destino hará de las suyas.
“Ha sido un largo viaje desde que se filmó la película en 2019, y estar ahora en cines es un logro sobre todo con lo que ha pasado en el mundo (la pandemia). Entonces, después de un recorrido por festivales bastante interesante y donde tuvimos un par de premios, ahora estamos a la espera de ver qué pasa con el estreno y ver qué opina la gente”, comparte en entrevista para Rosa Distrito, Salomón. De hecho “El rey de la fiesta” obtuvo el premio a mejor largometraje en Monterrey y el premio del público en el Indie Film Fest.
El trabajo cinematográfico del cineasta no se puede etiquetar, es una propuesta que evoca al drama, la comedia, lo fantástico, lo inverosímil, lo real y lo ordinario, es un ejercicio creativo interesante que se sale de los cánones del cine mexicano actual.
“Tampoco es que me ponga la meta de que voy a hacer una película muy diferente, pero así me salen, como que me inspiro en historias de situaciones comunes o con un juego interesante. Después, me gusta explorar contándolas de una forma diferente, tengo mucha influencia de Quentin Tarantino, de David Lynch y de este giro que le dan (a sus historias), porque un buen director crea atmósferas muy únicas en donde la gente pueda identificarse. Entonces, espero que la gente pueda ver mi trabajo y unir ciertos estilos y guiños. Sigo experimentando”.
Sobre adentrarse de nuevo en el concepto de la dualidad como ya sucedió en “Dos veces tú” y ahora “El rey de la fiesta”, el director comparte: “Hoy en día me interesa el tema de la dualidad interna, siento que tengo como dos personalidades, o tomando una filosofía espiritual, que hay esta lucha del alma animal y el alma divina, las cuales están siempre como peleando, porque todo el tiempo estás decidiendo cosas. Entonces, estas polaridades y el qué pasaría, o tener dos versiones de la historia, siempre me han intrigado mucho, tal vez porque estoy muy en contacto con el mundo espiritual, de meditación y esotérico”.
Giancarlo, quien interpreta a “Héctor” y “Rafael”, incluso hace un tercer personaje que se mezcla entre los dos y que bien podría ser la conciencia de ambos. “En esta película traté de conectar con el público de forma más directa, con una historia un poco más lineal que la anterior, porque también de repente demasiada confusión puede ser un problema. Quería hacer una película arriesgada y locochona, pero también quería tocar temas serios y que se entendiera el mensaje, así que cada quien encontrará el balance en todo (lo que se cuenta)”.
En ese sentido, “Héctor”, el hermano incómodo, está constantemente de mal humor, no le gusta la vida que lleva y aunque parece que odia el estilo de vida de su gemelo, un “chavorruco” que hace lo que se le da la gana, en realidad parece que lo envidia. “Esta es una película que te va llevando por lo que está viviendo ‘Héctor’, y hay todo tipo de emociones y de altibajos, de repente es una película muy seria o es un thriller de misterio, o es una comedia negra porque ‘Héctor’ se está burlando de la situación y de lo que está pasando. Entonces, la película es un viaje emocional”.
Sobre el trabajo de mesa que hizo el protagonista, resalta Salomón que le dio plena libertad creativa. “La idea es que ‘Héctor’ sea un poco pedante al inicio, pero cuando lo ves que se transforma, te empieza a caer un poco mejor, tiene cierto carisma, diferente al de ‘Rafael’, pero tampoco son tan diferentes, al ser hermanos, traen un chip compartido. Con Giancarlo fue dejarlo mucho colaborar, mucho de la personalidad que él tiene, me interesó mucho, tiene cierta vibra muy única y la cinta tiene este juego, conocerlo como ‘Héctor’ y como ‘Rafael’ en este viaje, hizo un gran trabajo”. Particularmente no es un rostro mediático y eso le da mayor veracidad a sus interpretaciones.
Finalmente, resalta Salomón que también ya está desarrollando dos nuevos guiones, uno se llama “Respira” y aborda la salud mental, el otro lleva por nombre “El intervalo”, el cual habla de los sueños. “Los dos tienen algo parecido que también se podría ligar con este tema de dualidad o de mundos paralelos, mientras pueda seguir con estos temas sin que se sientan repetitivos, es muy interesante seguir ahondando en ese mundo”.