El director tapatío Manolo Caro es uno de los creativos más importantes de los últimos años, aunque sus historias son evocadoras, melodramáticas, irreverentes y divertidas, expresa que no le interesa ser un provocador por el simple hecho de serlo, sino que más bien le gustaría pensar que lo que está haciendo es visibilizar y normalizar temas de nuestra cotidianidad.
Y su nueva trama “Érase una vez… pero ya no”, justamente representa esta visión que tiene. El director se divierte con una historia que está hecha solo para entretener, pero que no deja de tener mensajes importantes. La serie de seis episodios de media hora cada uno, es una sátira a los cuentos de hadas, donde se habla abiertamente de la libertad sexual, la prostitución, el amor diverso y otras cuestiones que a nuestras tías se les pondrían los pelos de punta, pero que son temáticas que a las nuevas generaciones les parecen de lo más natural.
En este cuento protagonizado por Sebastián Yatra, el colombiano se mete en la piel de un joven frágil pescador que es separado abruptamente de su amada, una princesa (Mónica Maranillo) que tiene dos madres y que quiere ejercer su autonomía. Para que los dos vuelvan a estar juntos tienen que reencarnar en otra vida y romper con un encantamiento que imposibilita al pueblo de donde son, que sus ciudadanos se enamoren.
En la era actual, Yatra es un gigoló enamoradizo y la princesa es una chica vegana, animalista y que siempre trae a la mesa el lenguaje incluyente. Así que se rompe cualquier estereotipo antes visto en los cuentos de hadas. Y Manolo reitera: “Justo, una de mis intenciones era también decir: las princesas se masturban, como nos masturbamos todos los seres humanos”.
En la trama también participan Nia Correa, Mariana Treviño, Rossy de Palma, Mariola Fuentes, Daniela Vega, Itziar Castro y Asier Etxeandía. Y la música también es un personaje importante. “Yo creo que la música es un poco el soundtrack de mi vida, como lo he hecho en otras ocasiones. En ‘La vida inmoral de la pareja ideal’ que es una historia muy musical, había un hilo conductor que era el rock en tu idioma. Y en ‘Érase una vez…’ puede existir quien sea, puede haber una canción de Mónica Naranjo como una de Marco Antonio Solís, o del último disco de Rosalía a los primeros de Joan Sebastian, hay grupos chilenos, argentinos, colombianos, españoles… y de mexicanos, para mí hay tres representantes de los más importantes, una canción de Juan Gabriel, una de Joan Sebastian y una de Marco Antonio Solís”.
Un Sebastián Yatra muy sensual
En la serie, veremos al colombiano Sebastián Yatra usando croptop y jockstrap, en las escenas se ve muy sensual desde una óptica naif. Su personaje “Maxi” fluye con su masculinidad, en su contexto no cabe el machismo y eso se agradece, este papel que tiene en la serie rompe con cualquier imagen preconcebida que pudimos haber tenido del cantante, pues viene de un género como el urbano donde el estereotipo de macho sobresale mucho.
“El statement con este personaje es que puede usar un croptop y eso no quiere decir nada, más que, que le gusta y puede usar un jockstrap que es ropa interior muy vinculada al público gay, y que el personaje lo usa porque le encanta y porque quiere mostrar el culo que lo tiene hermoso y porque tiene la edad para mostrarlo. Hay que pensar y decirle a las nuevas generaciones que pueden vestirse como quieran y experimentar. De lo que hablo y de lo que me interesa enfatizar es que mientras no le hagas daño a nadie, o violentes a alguna persona, tú puedes explorar tu cuerpo de la forma que quieras, ya sea con quien te quieras vincular, experimentar o probar”.
Reitera: “¿Por qué si tienes sexo con otro hombre te tienes que asumir como homosexual? ¿Por qué no puede ser solamente un momento de experimentación?”. La comedia justamente es un filtro para que estos mensajes se asimilen de una manera orgánica y normalizada.
“Si te ríes es por algo y la comedia te muestra en tu cara las cosas, y a veces cuando las intelectualizamos o las profundizamos te puedes cómo separar de los conceptos, pero cuando haces comedia, es tan llevadero y de repente te ves riéndote de ti mismo, para mí es un género muy noble que me interesa seguir haciendo, disfruté mucho de ‘Alguien tiene que morir’, pero echaba de menos ser irreverente y reírme en un set”.
Rodeado de poder femenino
Tener en una misma serie a Rossy de Palma, Daniela Vega, Marina Treviño y Mariola Fuentes, no cualquiera, pero el buen trabajo de Manolo ha propiciado siempre que en sus elencos sobresalgan los nombres de mujeres tan importantes. “Me interesa darles a mis colegas actrices, personajes interesantes que tengan poder de decisión, que estén divertidas, que no estén a favor o a servicio de la decisión de un hombre, yo creo que por eso trabajo con estas actrices, mucha gente cree que tengo muy buena suerte o que las convenzo por X o Y razón, pero lo que las convencen son los personajes y a mí me gustan mucho los femeninos porque son más complejos que los masculinos, puedes tener un viaje emocional más interesante”, pero no menosprecia sus roles masculinos, les tiene mucho cariño también.