La nueva cinta de Disney y Pixar, “Lightyear” es una aventura galáctica y distópica bastante fresca y divertida que toca el tema de la “hipervelocidad” para desarrollar su contexto a través del gran protagonista “Buzz Lightyear”. La trama cuenta el origen del héroe que inspiró al juguete de la franquicia “Toy Story”.
“Lightyear” transporta a las audiencias a “T’Kam Prime”, un planeta inexplorado a 4,2 millones de años luz de la Tierra, pantanoso y colmado de plantas trepadoras y enjambres de insectos enormes. “Buzz” llega allí cuando decide torcer el curso de su nave y no regresar a casa tras completar su última misión.
Sin embargo, cuando quiere salir del planeta, su nave se estrella y tanto él como su tripulación quedan varados en este entorno hostil, el escenario perfecto para nuevas aventuras intergalácticas.
“Buzz es el tipo al que hace tiempo las cosas nunca parecen salirle mal. En esta película lo vemos por primera vez caer en una mala racha. Algo que nunca experimentó antes”, observa el productor ejecutivo Andrew Stanton, quien colaboró en las cuatro películas de la franquicia “Toy Story”.
La cinta me llevó a recordar películas de Chritopher Nolan como “Interestelar”, “El Origen” y “Tenet”, que tocan temas complejos como el espacio y el tiempo, la relatividad y hasta los sueños. Es una cinta animada y familiar que toca estas temáticas que pueden ser complejas, pero que las resuelve con mucha eficacia al entrelazarlas con emociones y sentimientos que tienen que ver con confiar en uno mismo, la hermandad y el trabajo en equipo.
Además, con la polémica que hay sobre un beso que se dan dos personajes femeninos y que apenas dura menos de un segundo, la cinta evidencia los prejuicios que siguen tan arraigados en gran parte de la sociedad. Qué triste que allá afuera la gente siga con el temor de que sus hijos se volverán gays por ver una escena tan linda y tan simple, de dos personajes que simplemente viven en familia y se demuestran su amor.
Para empezar, ser gay no tiene nada de malo, es lo más común en este planeta que cohabitamos todos, y yo siendo de la comunidad LGBT+ puedo decirles que ver tantas escenas de besos entre hombres y mujeres en el cine y la televisión, no me volvió heterosexual, dan mucha risa y pena esos argumentos que parten de la ignorancia y la desinformación.
Sin embargo, aunque “Lightyear” es dinámica y fresca, no resulta memorable como otras cintas de Pixar, se siente como si fuera un capítulo de una serie televisiva, quizá faltó ver más sobre “Buzz” siendo niño y cómo formó ese carácter y esa curiosidad por ver más allá de lo que otros no, además de conocer el trasfondo de esa lealtad que tiene consigo mismo y sus principios.