El filme español, “Mi vacío y yo”, dirigido por Adrián Silvestre, fue reconocido como mejor película en la pasada edición 11 del Premio Maguey en el marco de la edición 37 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
El proyecto de ficción es protagonizado y basado en las experiencias personales de Raphaëlle Perez, “Raphi”. El público se adentra en una trama que sigue su camino mientras asume su identidad. Su transformación es acompañada por las experiencias de amigas trans, artistas queer y hombres cis que conoce por aplicaciones móviles y que le ayudan a encontrar un espacio en este mundo lleno de prejuicios.
“Raphi” se cuestiona algunas situaciones a partir de los consejos y perspectivas de los demás. Así es que en viva voz para Rosa Distrito, Raphaëlle habla al respecto. “No sé si yo soy una persona que sabe lo que quiere porque a veces me sigue pasando decir… ‘uy, y ahora qué’. Pero la presión social constante está y siempre ha estado. Yo creo que soy una persona bastante dependiente, buscando la aprobación de los demás constantemente y cuanto más escuchas a los demás sobre lo que te van diciendo, pues sí que te vas perdiendo y te entran las inseguridades”.
La actriz y escritora destaca además que un proyecto como éste, es necesario porque la comunidad trans quiere ser escuchada y vista, quieren poner sobre la mesa sus inquietudes. “Esta película es necesaria porque aún queda mucho camino por recorrer y faltan referentes trans para las generaciones futuras y los jóvenes de hoy en día. Yo cuando crecí en mi adolescencia, no tenía ningún modelo con el cual identificarme. Entonces, en este aspecto me parece muy necesario para la comunidad trans y el colectivo LGBT+ en general que esta película exista y se proyecte”.
Raphaëlle señala que este filme ha sido terapéutico para ella al momento de reflexionar sobre lo que se cuenta en él y de ahí mismo madurar. No solo es la actriz principal, también es co-guionista. “Yo no vengo del mundo del cine, ha sido mi primera película y al no haber estudiado interpretación y no ser parte de este mundo, viví las cosas con magia. Hubo escenas muy difíciles de rodar porque requerían de una cierta emoción; o las escenas sexuales, que era enfrentar mi cuerpo y desnudez con otros actores”.
El trabajo creativo de Adrián Silvestre, el director de esta película, cuestiona y hace reflexionar al espectador sobre su percepción de la realidad tomando como base sus propios prejuicios e ideas sobre lo que debe ser o no, lo correcto.
“A mí me gusta el cine que lanza preguntas y cuyas respuestas somos los espectadores los que tenemos que elucubrarlas en nuestra mente con base a nuestras propias experiencias personales y nuestras propias ideas. Y en ese sentido, ‘Mi vacío y yo’ toca el tema de la identidad y de cómo la forjamos partiendo de nuestras propias inseguridades y de la presión social que es un yugo constante”.
“Raphi” a lo largo de la película escucha la opinión de las distintas personas que vienen de diferentes contextos y realidades. “Todos la someten a interrogatorios lanzándole preguntas de las que todavía no tiene respuestas porque no se ha dado el tiempo para pensarlas y me gustaba que eso se tradujera en imágenes en la película”.
Además, a Adrián en sus proyectos siempre le ha gustado trabajar con personas reales y sus historias de vida cotidianas. “El detonante de hacer una película con la comunidad trans, fue absolutamente personal, siempre he trabajado con gente real y me apetecía abordar una cinta que acabo siendo dos”, expresa que la comunidad trans quería reivindicarse en el cine y que casi siempre son los hombres cis los que cuentan estas historias y se tienen que desarrollar estas tramas de la mano con ellas.
Leyó el libro de relatos de “Raphi”, luego la vio interpretarlos y fue cuando decidió que había una historia que contar. “Trabajamos a partir del diálogo y de generar una confianza y una amistad. Ella tiene una memoria visual perfecta”. El otro proyecto que hizo con la comunidad trans se llama “Sedimentos” lo estrenó en el 2021, es un documental con las mujeres que aparecen en la cinta de “Mi vacío y yo”, “es una road movie que representa un retrato colectivo de seis mujeres muy distintas”.
Adrián recuerda que “Mi vacío y yo” se estrenó en Róterdam en enero y desde entonces ha estado en unos 20 festivales obteniendo ocho premios, sumándose ahora el del Premio Maguey, además destaca la buena acogida del público, y reitera que ya está la agenda llena para seguir recorriendo otros festivales más. En España la película se verá en salas de cine en septiembre próximo.
