Ahora que me encuentro en San Francisco, Estados Unidos, vine a vivir la fiesta de Halloween, que en México, dicen algunas personas religiosas, esto es un asunto del Diablo…
Bueno, aquí en San Francisco, lo mejor es que las calles están llenas de familias y personas disfrazadas, no importa el color de piel, la talla, la nacionalidad… todos salen a pasar un buen momento con amigos, tal es el caso que yo hice lo mismo. Estoy aquí sin disfraz, pero me las ingenié para desarrollar algo con la ropa que ya traía para mi viaje, compré algunas pinturas para la cara (aunque solo use la tinta negra jajaja).
Por las calles de la ciudad vi gente desnuda, tanto hombres como mujeres, ¡Sí, DES-NU-DA! Pechos y penes al aire libre, pero también vi a gente que trataba de ser un taco, bebés con disfraces de superhéroes, parejas como “Bella y Bestia” y lo mejor de todo, nadie se fija en los defectos de los demás, todos saben que están de fiesta, vienen a disfrutar, divertirse, distraerse, usar lo que nunca pueden, o relajarse como llegaron a esta vida: desnudos.
Me quiero quedar con eso de este Halloween, pues hablar de San Francisco es esto, la libertad, el respeto, la igualdad, la multiculturalidad. Estoy feliz de poderles contar esto, es un viaje que no planeé con mucha anticipación y coincidió con esta fiesta en la ciudad, me voy feliz y orgulloso de saber que aquí se vive así.
Espero volver pronto, o ir a otra ciudad para contarles más sobre la vida LGBT. Quiero comentarles que San Francisco es importante por este gran progreso en el tema de la inclusión, las leyes y respeto a los derechos humanos, entre otras muchas cosas más como el movimiento hippie y el inicio de las redes sociales como Facebook. Gracias por leerme, envíen sus comentarios.