Ahora que ya da inicio la edición 39 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), las estrellas han comenzado a aparecer, como es el caso de la estrella española Marisa Paredes, quien estuvo presente en la inauguración de la exposición “Series” de su esposo, el fotógrafo Chema Prado, la cual permanece en la galería Jesús Guerrero Galván de la Biblioteca Pública del Estado Juan José Arreola y que estará abierta al público hasta el próximo 30 de junio.
Ahí tuvimos oportunidad de conversar con la protagonista de “Todo sobre mi madre” sobre cómo ve el desarrollo del cine latinoamericano. “Me parece fascinante, creo realmente en que hay un momento extraordinario del cine ibero y latinoamericano, es una joya lo que tienen ustedes y con lo que está pasando en Chile y en México. Conozco a gente joven que va comenzando y son de un gran frescor, una gran valentía y un gran coraje. Ustedes deben estar contentos y deben procurar que la gente descubra eso, porque vivimos como de espaldas y no sabemos del arte inmenso que están desarrollando las directoras y los directores”.
Sobre todo, refiere que las mujeres en el cine están marcando un referente, “el cual implica algo importante, que es una visión distinta, ni mejor, ni peor, solo femenina, desde la mujer”.
Marisa recuerda que sigue rodando, terminó hace unos días una cinta en Cataluña y cuando regrese a España empezará a rodar una más, “siempre (haciendo) películas arriesgadas, porque este mundo está para arriesgarse, sino es muy aburrido” Expresa que le interesa abordar personajes que sean interesantes y diferentes a lo común, “que tengan un punto de vista sobre lo que cuente, es ahí donde voy a estar”.
Marisa ha trabajado con grandes figuras del cine internacional como Arturo Ripstein, Guillermo del Toro y por supuesto, Pedro Almodóvar.
Marisa, icono gay
La actriz recuerda que ahora que estuvo en el festival de Cannes, vio la cinta “Emilia Pérez”, protagonizada por Selena Gómez, Zoe Saldaña y Karla Sofía Gascón, “esta actriz española, Karla, es una genio, es un portento, es extraordinaria y ahora le van a dar un homenaje en Madrid, me llamaron para presentarla, pero yo estoy aquí, de manera que no pude, pero les dije que haría un video. Karla tiene 50 años, ha luchado y ha vivido, pero ya está, ahora ya le ha tocado (el reconocimiento). Yo creo que en el trabajo, en la fuerza, en la constancia y en la verdad”.
Sobre qué le significa ser tan admirada por la comunidad LGBT+, resalta que considera que se debe a que siempre ha sido una persona libre, “lo he sido en la dictadura de Franco y siempre he luchado por los derechos de los seres humanos”.