Esta no es una película de temática gay, quiero acentuarlo, “Llámame por tu nombre” (Call me by your name), es una cinta de amor con una trama de un intelecto y estética sensual que nos hará recordar cómo fue que nos enamoramos por primera vez, y claro, cómo fue que nos rompieron el corazón, también por primera vez.
El director de esta cinta, Luca Guadagnino tiene la peculiaridad de que su cine siempre tendrá personajes llenos de magia, de mucha inteligencia, pero también particularmente sexys, encuentro referencias de Woody Allen, pero Luca tiene un lenguaje más seductor y más elegante.
Soy admirador del cine desde hace más de 10 años y hacia mucho que una película no me pegaba tanto, es una sensación un tanto complicada de descifrar, pero podría decir que es como una depresión deliciosa. Es de esas cintas que te dejan cavilando por días, la última vez que me sucedió fue con “The Reader” (Una pasión secreta) y curiosamente son dos historias sobre el primer amor.
Los personajes principales son “Elio” (Timothée Chalamet) y “Oliver” (Armie Hammer) y la historia de amor sucede en un verano de Italia en 1983, es la adaptación del libro homónimo de André Aciman. Hay que decir que la cinta tiene cuatro nominaciones al Oscar: mejor película, mejor actor para Timothée, mejor guion adaptado y mejor canción para “Mystery of love” del músico Sufjan Stevens.
“Elio” es un joven muy culto que pasa los días devorándose libros, tocando el piano, nadando y escuchando música, su padre, un profesor y especialista en cultura grecolatina llama a un ayudante americano para que le ayude con sus investigaciones, y es así que Oliver hace acto de presencia, la historia de amor tarda en construirse, va de poco a poco, pero una vez que el deseo persiste entre los dos, nosotros los espectadores entramos a ese entorno de atracción y descubrimiento sexual que tiene Elio con Oliver.
Timothée es un excelente actor, revisando su filmografía ha estado en proyectos importantes como “Interestelar”, sin embargo esta es su gran oportunidad, tanto él como su personaje tienen cierta timidez, una mirada triste, es tal vez parte de ese encanto que nos atrapa en la cinta.
Y la química que tiene con Armie es fundamental, si entre los dos no hubiera esa complicidad, la película no tendría esa magia de la que goza, es interesante como dos actores se liberan de prejuicios para ofrecer una bella historia de amor. Armie también tendría que estar nominado al Oscar, pero realizar este papel para él fue salirse del estereotipo hollywoodense, y seguramente le beneficiará de la mejor manera.
Y aun cuando creemos que lo mejor ya ocurrió en la cinta, espérense, no se trata de dar un spoiler, pero la mejor escena ocurre entre “Elio” y su padre, una reflexión acerca de vivir la juventud como una de las mejores etapas de la vida. Vayan a verla.
- Imagen, cortesía de Sony Pictures Classics.