México es un país lleno de realidades crudas, hermosas y distintas, es un universo vasto de microuniversos, por eso es que a menudo me da cringe en el cine o la televisión cuando solo se desarrollan tramas cuyo contexto es la Ciudad de México donde solo hay arquetipos de gente blanca de clase alta o media contando historias superficiales donde A se enamora de B, quieren estar juntos pero hay un problema del tipo C y la lógica es que todo se resuelve y son felices.
Pero la vida no solo va de eso, hay miles de circunstancias y enfoques de los cuales también se pueden hacer buenos contenidos comerciales y un claro ejemplo de ello es “El secreto del río” de Alberto Barrera para Netflix, dicho proyecto es dirigido por Ernesto Contreras, Alba Gil y Alejandro Zuno. Y en el elenco tiene a Diego Calva, Trinidad González, Frida Sofia Cruz, Mauro Guzmán, Jero Medina, Lisa Rivas, Yoshira Escárrega, Mercedes Hernández, Iazua Larios, Nova Coronel, La Bruja de Texcoco, Jorge A. Jiménez, Teté Espinoza, Humberto Busto, Kaarlo Isaacs, Gabriela Cartol y David Montalvo.
Esta es una serie bellísima, incluso en su crudeza. Grabada en el Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, a nivel técnico, tiene una excelente fotografía y ambientación mostrando la riqueza cultural y el folclor de esta zona del país, así como eleva la figura de les muxes, una comunidad trans que se explica a sí misma como “el tercer sexo”, pero también la trama muestra el lado B que viven estas personas en cuanto a discriminación se refiere.
Sin embargo, “El secreto del río” toca muchos tópicos más como el valor de la amistad, sobre cómo vamos forjando lazos y comunidad a lo largo de nuestra vida. Los protagonistas son “Manuel” y “Erick”, quienes a pesar de ser tan distintos, se vuelven entrañables amigos a partir de un suceso que cambiará sus vidas. En ese sentido, la serie también aborda la búsqueda de la identidad y cómo la libertad juega un papel trascendental para convertirte en lo que en realidad quieres ser.
La historia tiene dos momentos importantes, los cuales son la infancia de “Manuel” y “Erick” y cuando llegan a la adultez. Pero sin duda, la primera parte es la más entrañable, los niños Frida Sofía Cruz y Mauro Guzmán, quienes interpretan a los protagonistas, se roban la historia por completo, así también La Bruja de Texcoco como “Solange”, una muxe que sirve de guía para ambos desde el amor y el respeto.
El trabajo actoral, el cual es coral, es increíble, todos y cada uno de los histriones están excelentes donde también se retratan estigmas sociales como el machismo y la represión. Sin duda “El secreto del río” es uno de los mejores contenidos de este año en México.