Peter Murphy y David J rindieron tributo a la banda británica por sus 40 años de historia, con un show nostálgico y decadente
Peter Murphy celebró 40 años de Bauhaus al lado del bajista original de la agrupación, David J., ayer por la noche en el Teatro Diana de Guadalajara, donde, en una velada que se prolongó durante más de dos horas interpretaron el disco «In the Flat Field» en su totalidad, además de un extenso encore de los clásicos de Bauhaus.
En punto de las 21:00 horas, la banda de rock tapatía, Birdhouse, fue la encargada de iniciar el concierto con su propuesta sonora experimental. Luego se escuchó una selección de temas clásicos del cabaret aleman, que resultó acorde a la temática del recital. Pasaban las 22:00 horas, cuando, a media canción de «La vie en rose», interpretada por Marlene Dietrich, se apagaron las luces para dar la bienvenida a los músicos británicos, quienes comenzaron su show con “Double Dare”, pieza lenta y densa, como salida de una antigua película de terror, en la que Peter Murphy desafia a los oyentes a “atreverse” a gritar sin temor lo que sienten y lo descontentos que pueden estar, a través de una mezcla de gritos desgarradores y lamentos acompañados por un son de bajo y batería que parecieran resonar en la mente.
Continuaron con “In The Flat Field”, tema mucho más rápido, con un bajo y batería acelerados, una guitarra de sonido afilado que junto a los gritos del vocalista transmiten una sensación de paranoia, claustrofobia, desesperación y hastío.
El tercer tema fue “God In An Alcove”, que pareciera compuesto en un pasado lejano, pues la calma de su ritmo contrasta profundamente con la lírica existencialista, que hace referencia a las creencias humanas en religiones e ídolos desde tiempos inmemoriales.
Después llegó “Dive”, rápida y muy dinámica, que fusiona rock, jazz y música electrónica, y resultó una invitación a bailar al ritmo del post-punk.
“Spy In The Cab” fue el siguiente tema y el regreso a la calma con sus lentos sonidos electrónicos que relatan la historia de una cámara de vigilancia. La sexta canción fue “Small Talk Stinks”, con su sonido distorsionado que avanza a ritmo lento y apacible.
Posteriormente llegó el turno de “St. Vitus Dance”, “Stigmata Martyr” y la tenebrosa “Nerves”, con las que cerraron el primer bloque del espectáculo.
En la segunda parte del concierto, los ingleses presentaron un extenso encore de los clásicos de Bauhaus, entre ellos «Bela Lugosi is dead», «She’s in parties», «The passion of lovers» y «Kick in the eye». Cerca de la medianoche, cuando el público estaba más entregado, la velada terminó con algunas composiciones de la etapa solista de Peter Murphy.