¿Quieres jugar? A diferencia de sus predecesores, esta nueva versión de “Chucky” es mucho más sangrienta, violenta, e inesperadamente llena de humor. Los espectadores estarán muy conscientes de por qué este personaje se convierte en un ser malvado, además de entender su motivación; eso es algo que el director Lars Klevberg encontró particularmente atemorizante en esta reversión de “El muñeco diabólico”, una adaptación contemporánea del clásico de 1988 que aterrorizó a toda una generación.
“Karen” (Aubrey Plaza), es una madre soltera que al mudarse a una nueva ciudad, enfrenta las dificultades con las que su hijo “Andy” (Gabriel Bateman) ha presentado para adaptarse a nueva vida. En este ir y venir de adaptarse a una nueva vida, ella encuentra la forma de poder obsequiarle el juguete de moda a su hijo, “El muñeco Buddi”, quien hace una conexión inmediata con el pequeño y se convierte en su mejor amigo, claro, sin saber su naturaleza siniestra.
“Andy” deberá aliarse de otros niños del vecindario para poder detener a esta diabólica criatura que está provocando muertes en la ciudad.
Esta nueva entrega que está producida por Seth Grahame-Smith y dirigida por Klevberg , apuesta por darle un giro totalmente inesperado al pequeño “Chucky” en donde el mensaje se enfoca más sobre la naturaleza de la amistad, para así dejar atrás la historia de la versión original, la cual se basa en un asesino serial y la magia negra. La nueva trama parte de nuestro presente contemporáneo usando ahora como primer recurso uno de nuestros miedos actuales, la tecnología.
La voz de “El muñeco diabólico” recae en Mark Hamill, a quien conocemos por la saga “Star Wars”. “Tener una estrella dando vida a un personaje icónico es un regalo increíble. Él asumió el desafío con todas sus fuerzas y realmente lo hace de una manera muy seria. Es grandioso verlo crear un personaje y encarnarlo, lo único que pude hacer fue sentarme y ver a Mark Hamill grabar”, comparte Grahame-Smith.
Para Klevberg fue importante que la actual historia de este personaje tan emblemático en la cultura pop, tuviera una conexión humana auténtica y un aspecto emocional que resonara en la audiencia más allá de las amenazas. La cinta debía tener algo que decir en un nivel más profundo. “Para ser honesto, cuando leí el guion, fue realmente bueno. La forma en que abordaron al personaje sobre cómo piensa y cómo se convierte en el ‘Chucky’ que conocemos es interesante, porque se profundizó en el contexto emocional entre ‘Andy’ y él”.
Esta puede ser una película de ‘Chucky’ con mucho humor y horror, pero en su esencia, debe tener un conflicto emocional entre los personajes, destaca el director. “El elenco es capaz de mostrar eso de una manera inesperada. Lo mejor de ser director es sorprenderte de lo que tus actores aportan a sus personajes. Cuando tratas con grandes actores, hacen eso y es probablemente la parte más satisfactoria de este trabajo. Su lado creativo es lo mejor, porque es un esfuerzo de equipo y yo solo soy el filtro para que la visión se cumpla”.