Hace una semana se realizó en la explanada del Estadio Akron la sexta edición del Festival Coordenada y aún seguimos asimilando las emociones de este proyecto sonoro. Fue una velada diversa, alternativa, fresca y divertida. Estos encuentros donde se reúne gente de todas las edades, expresiones y formas de pensar, son necesarios en la vida cotidiana, porque tienen la magia de atraer a personas tan distintas entre sí, pero que todas tienen algo en común, la pasión por la música.
Desde temprana hora llegamos a las instalaciones, 106 mil metros cuadrados de pura diversión. Hay que decir que Coordenada estuvo muy bien organizado en general, pero sobre todo en cuanto a sus accesos y movilidad, pues aunque el lugar está retirado de la zona metropolitana, hicieron todo lo necesario para que todo se sintiera cercano y así evitar en la medida de lo posible el tráfico y se logró. Además ofrecieron servicio de camiones, o sea que había para todos los bolsillos, eso es pensar cosmopolita. Había cero polvo con pasto sintético y caminar de un escenario a otro era muy en corto. ¡Bien!
En Rosa Distrito somos muy pop, pero también nos gusta mucho ver a bandas en vivo de todos los géneros musicales. Nuestro recorrido lo iniciamos con María Barracuda, quien retomó su proyecto solista y ha estado lanzando buenos sencillos que pertenecerán al disco que prepara “Catástrofes perfumadas”. Justo antes de acabar su participación en el festival, invitó al escenario a Rubén Albarrán para cantar su icónico tema “Chale”.
Sí, ansiábamos ver a LP, una de las cantautoras más extraordinarias y seductoras de la industria musical, es increíble que una intérprete queer como ella, nos represente a la comunidad LGBT y que sea una artista completa que no solo cautiva a nuestra comunidad, sino que al público en general también. LP es maravillosa y su voz es un susurro al corazón. ¡Se nos puso la piel chinita!
Entre un escenario y otro, llegamos al de Stand Up Comedy y que sorpresa verlo tan repleto de gente y riéndose mucho de las locuras que decía Ricardo O’Farril, nos queda claro que la comedia ha evolucionado en un sentido más desenfadado, más natural y de experiencia.
¡Qué grande es Juanes! La conexión que se vivió con la participación del músico colombiano en el Coordenada fue de nostalgia, recordamos nuestros días en preparatoria con rolas como “A Dios le pido”, “Es por ti” y “Fotografía”, canciones que nos marcaron a quienes éramos adolescentes y apenas experimentábamos los amores platónicos y el enamoramiento. Siempre cálido y contundente, Juanes nos hizo reaccionar al amor que le tenemos, se puso buena la fiesta porque la cumbia no podía faltar.
Luego está Café Tacvba que está celebrando 30 años de carrera. Esta banda más que una alienación musical, es un estilo de vida, sus miembros, en especial Rubén, siempre están apoyando causas sociales y expresiones diversas, y toda es buena onda se refleja en su manera de tocar. El próximo jueves 12 de diciembre se van a presentar en el Auditorio Telmex.
La noche que vivimos también estuvo cargada de sonidos indie con The Drums y Vampire Weekend, estos últimos que prendieron muy bien al público, una banda también muy profesional y muy entregada. El rock noventero llegó con La Gusana Ciega. Al siguiente día la leyenda Billy Idol hizo acto de presencia, una bestia en escena que sigue siendo tan poderoso en sus performances como cuando en sus inicios. También estuvo la banda argentina Babasónicos, Bengala y claro que la gente se puso a bailar “Payaso de rodeo” con Caballo Dorado. ¡Ya queremos que llegue la séptima de edición de Coordenada!