Desde el pasado viernes 13 de diciembre y hasta el próximo 31, Navidalia, tiene abiertas sus puertas. Este concepto se desarrolla en el parque Ávila Camacho donde hasta hace unas semanas se realizaba Calaverandia, de hecho ambos proyectos son realizados por la empresa Alteacorp. El lunes pasado, Mauricio y yo fuimos al “behind the scenes” y la pasamos increíble, este encuentro fue para prensa, influencers e invitados especiales.
Al llegar nos recibió una banda estilo jazz con la música típica de la Navidad, luego al interior un mariachi estaba entonando las melodías típicas que se escuchan en las posadas mexicanas. Ahí Marcos Jiménez, la mente detrás de este proyecto, nos dio la bienvenida y nos explicó un poco más de este parque temático que se divide en varios mundos, por ejemplo, el universo nórdico, las tradiciones mexicanas, la fastuosidad del Medio Oriente y el encanto navideño que ofrece Europa.
Mauricio y yo de inmediato nos fuimos a degustar algunos alimentos con los que nos estaba agasajando la organización, comimos papas fritas, tostilocos, salchipulpos, refrescos, pero también deliciosos postres como churros con cajeta y el clásico chocolate caliente.
Nosotros primero quisimos recorrer la estética del mundo europeo y el Medio Oriente. Primero nos tomamos fotos en una instalación de luces, por ahí estaba también la escenografía de un vitral y un nacimiento minimalista gigante donde las familias se tomaban fotos, de inmediato nos formamos para ver el espectáculo nocturno “Canticorum” desarrollado por el músico Santiago Cumplido.
Luego ya decidimos irnos al universo nórdico, el área, que a mí me gustó más, nos hicimos muchas selfies. Y es que cada rincón del parque es ideal para hacerte unas fotografías padrísimas para tu cuenta de Instagram.
Fuimos a otra área de comida donde probamos el sazón alemán, Mauricio comió un hot dog con salchicha típica de esa región de Europa y ambos tomamos vino caliente, una experiencia gastronómica extraña, pero que vale la pena, además pedí una galleta, muy deliciosa por cierto, pero cerré la comilona con unos waffles de San Nico, de color rojo, con helado y toppings riquísimos.
Aunque estábamos llenísimos, nos fuimos a recorrer la última área del parque, visitamos la resbaladilla gigante y luego nos fuimos a la pista de hielo a patinar, no somos unos expertos, pero fue uno de los momentos que más nos gustó de la experiencia de Navidalia. La pasamos genial, no pierdan oportunidad de acudir, ¡les va a encantar!