Soy un fan de hueso colorado de “Orange is the new black” (OINTB), pero eso no me impide ser objetivo y hay que decirlo, la quinta temporada es la más aburrida hasta el momento. La producción tenía un pez muy gordo con el final tan abierto que nos dejó, en medio de una psicosis cuando las reclusas tomaron las instalaciones de la prisión de Litchifield, de hecho las expectativas crecieron cuando Netflix nos avisó que la nueva entrega se desarrollaría en “tiempo real”, pero mantener ese ritmo durante 13 capítulos fue de más a menos, no soy guionista, pero en el tercer capítulo yo hubiera terminado el motín.
No sé si se les acabaron las ideas o quisieron experimentar con el tiempo –13 capítulos representando 72 horas de motín– tal y como sucede en películas con ese tipo de perspectiva donde las horas se vuelve el contexto y arma de doble filo, o se impacta o se atosiga. Sólo los que hemos seguido la trama aguantamos tanto capítulo de relleno donde se llega al clímax a partir del octavo episodio, generalmente me acabo una temporada de OINTB en día y medio, esta vez me terminé la quinta sesión en una semana.
En este momento de la historia hay una saturación de personajes, son tantos que no a todos se les está dando el desarrollo que merecen, deberían ya concluir ciertas historias y hasta pensar ya en un desenlace, prefiero que acabe bien, a que acabe en la temporada 9 cuando ya a nadie le interese.
También ha sido triste que un personaje tan importante como “Piper Chapman” se haya vuelto tan gris y tan odioso, de ser la protagonista ahora es el árbol 3, digo, está bien que se le haya dado relevancia a otros personajes secundarios, demostrar la pluralidad racial y darle voz a quienes creíamos sólo eran soporte de la historia, yo lo aplaudo y mucho, es uno de los grandes aciertos de esta producción y de Netflix, pero “Piper Chapman” fue el gancho para interesarnos y ahora nadie la quiere, me preguntó qué pensará al respecto Taylor Schilling.
Claro, no todo es malo, si OINTB sigue cautivándonos es porque hay excelentes actrices que están haciendo el mejor de los esfuerzos. En esta temporada la protagonista es “Taystee” (Danielle Brooks), un personaje que fue escalando poco a poco y que ahora está muy fuerte, es una especie de protectora y gran negociadora, si aún no ven la quinta temporada o apenas la están viendo, se darán cuenta. También es el resurgimiento de “Red” (Kate Mulgrew) que ha vuelto a poner el humor más ácido en la historia. El villano “Piscatella” (Brad William Henke) fue llamarada de petate, esperábamos más de él y poco duró la flama, ya lo verán.
Espero que la sexta temporada se reponga con creces, claro que una serie no puede ser del todo perfecta y ojalá que la quinta sólo sea el tropezón por el que pasan proyectos como este.
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Crédito de la foto: Cortesía Netflix.