Qué interesante que en medio de la vorágine de comedias mexicanas que llegan a la cartelera, casi todas con la misma fórmula, se estrene una muy irreverente y exuberante con una visión alternativa que toma a su favor y de manera fársica los cliché sociales con lo que convivimos todos.
“El viaje de Keta” es una cinta independiente, cuyo principal atractivo ese ese, cine que viene de las ganas de hacerse sin anteponerse intereses comerciales que nublen la visión de sus creadores, en este caso la de Julio Bekhór y Fernando Sma, para ambos su ópera prima, y que además también son parte del elenco.
Claro que importa lo comercial, es necesario para que el ciclo continúe, pero este filme se construyó con esfuerzo colaborativo, donde figuran grandes estrellas del cine y la televisión, así que su gestación va más de lo espontáneo que de la idea de hacer cintas de maquila para generar ganancias en taquilla.
La película habla de manera divertida y clara del consumo de drogas, sin tapujos y con un toque erótico. No entra en un discurso moralino, o intenta excusarse para abordar el tema, lo hace abiertamente y se agradece.
“Lucrecia” (Madela Bada) es una dealer que también es youtuber, se ha probado todos los estupefacientes y como está en el mercado de consumo, es la más especializada para hablar de la cocaína, el éxtasis, el LCD, la marihuana y demás drogas que son habitualmente utilizadas en el país.
Cada droga representa un personaje que desarrolla su historia a manera de corto, pero que luego se va hilando con la de los demás protagonistas. Pero el mayor peso a cuadro recae en Madela, que para mí ofrece una gran interpretación y también está “Keta” (Mayte Vallejo), la protagonista, que precisamente su nombre se deriva de la “ketamina” un fármaco empleado para las mascotas.
“Keta” es un exuberante maquillista que está desempleada y que encuentra en la distribución de drogas entre clientes, vecinos y amigos, la manera de subsistir mientras decide qué hacer con su vida. “Lucrecia” le ha dicho que una regla básica de ser dealer es que no debe consumir la droga que vende, pero parece que a ella eso no le preocupa y se da sus buenos atrancones mientras la lleva de un lugar a otro por las calles “hípster” de la Ciudad de México.
Mayte tiene un divertido desarrollo como actriz, pero aún le faltan las tablas necesarias, en ocasiones está más opacada por sus compañeros de reparto, donde inclusive algunos solo tienen participaciones especiales como Angélica María, Gabriel Retes, Mónica Huarte y Mónica Dionne, entre otros.
La trama explora distintas personalidades y contextos, como el de una pareja swinger, un scort y su novio, el triángulo amoroso de la amante, la esposa y el infiel, la señora conservadora, la amiga trans y el señor hippie. Leticia Huijara, Alberto Estrella, Fabiola Campomanes, Alejandra Bogue, Laura de Ita, Regina Orozco, Humberto Busto y Daniela Schmidt, entre otros más, complementan el interesante reparto.
Hay que destacar el trabajo de actores como Roberto Wolhmuth y Eugenio Bartilotti, quienes tienen que mantener el ritmo de la comedia en su punto cuando no hay espacio para el pudor. Tienen que darle una oportunidad a esta película, cuya distribución está limitada, por el momento la encuentran en Cinemex.
