La nueva película del director Guy Ritchie, “Los caballeros”, se caracteriza por exudar masculinidad y claro que está perfecto. Pero sí es un proyecto que va de menos a más, que tiene un planteamiento confuso al que hay que ponerle atención para entonces poder entender dónde estamos parados como espectadores, ya después el desarrollo se va haciendo dinámico y podemos ir armando nuestras conjeturas a medida que la trama se desenvuelve.
Esta cinta de gángsters y matones tiene un humor políticamente incorrecto, pero que a la vez es muy fino que no excede los límites, se justifica con sus acciones y a eso yo le llamo actuar con alevosía y ventaja. Guy Ritchie sabe jugar bien las cartas a favor de su película.
Mickey Pearson (Matthew McConaughey), es un expatriado estadounidense que se hizo rico construyendo un imperio de marihuana en Londres. Cuando se corre la voz de que está buscando sacar dinero del negocio, pronto se desencadena una serie de tramas y planes de aquellos que quieren su fortuna.
En ese sentido, la narrativa es crucial porque los mismos personajes la van construyendo a modo de conveniencia. Hugh Grant, quien interpreta a “Fletcher”, un soplón muy cínico, le agrega a la historia un humor muy ácido, muy británico pues, él es la voz que va guiando la trama a los espectadores. Qué interesante también es ver a Charlie Hunnam, desde otra perspectiva, sí, en su estela de acción, pero con un aire de intelectual, frío y calculador que le da el toque sexy a la película.
Colin Farrell en la trama también está muy divertido, da vida a un entrenador de delincuentes cuyo modus operandi son las redes sociales, exponer su trabajo de ladrones en éstas y de esa manera volverse populares, digamos que también es una crítica a la manera en la que nos correlacionamos como sociedad. Y finalmente Matthew McConaughey, quien genera una química explosiva y pasional con Michelle Dockery, que hace de su esposa en el proyecto, sin duda una cinta con mucha personalidad.
