Todos hablamos el mismo idioma como mexicanos, somos diversos y tenemos que ser representados. Ahora que Vogue México compartió su portada del mes de julio con la modelo oaxaqueña Karen Vega, una chica de 18 años que representa la belleza de las mujeres sureñas de la República, llega a mí una reflexión…
Ya tenía tiempo pensando hablar sobre mi experiencia en el mundo de la moda y el racismo. Voy a tratar de ser directo para lograr dejar mi punto de vista más claro.
Hace algún tiempo hicimos para mi marca Mosma Moda unas fotos con unos chicos de piel morena, para mí, muy guapos; además iban a un concurso de belleza masculina. Con mi equipo de trabajo –que en ese entonces estaba Tania, una muy querida amiga que me apoyaba– recuerdo perfecto los primeros mensajes después de haber hecho las publicaciones en redes sociales de estos chicos… mensajes de ustedes, clientes y amigos:
– “Oye, pues creo que hay chicos más guapos que sí son modelos”.
– “Yo creo que esos chicos más que ayudarte a que se vea bien tu marca, se ve fea”.
Y podría seguir diciéndoles más de estos comentarios que recibíamos por parte de ustedes, tanto fue mi preocupación que me acerqué a platicarlo con Tania, ella me respondió que estaba padre ver que mi marca es diversa y que incluyes a todes.
Para ti que lees esto, lo vuelvo a compartir, los chicos son muy guapos, morenos, con sus cuerpos trabajados en el gimnasio, de aspecto muy masculino, y por supuesto, de características mexicanas. Bueno, pues tanta fue la presión que tuvimos que quitar las fotos.
Otro tema que también es relevante sobre el racismo y la discriminación en la moda, son los cuerpos diversos. Ahora lo entiendo mejor que nunca, jamás voy a tenerlos a todos felices, pero también intentamos subir fotos con modelos con cuerpos de proporciones más robustas, pero la interacción e interés de ustedes –el público que nos sigue– para ese material es tan baja que me significa a mí pensar si vale o no la pena de usar ese material, pues a ustedes no les gusta, así como lo leen: A USTEDES NO LES GUSTA.
No estoy culpando a nadie, pero esto es solo un ejemplo para hablarles de que tan interiorizada tenemos la belleza occidental construida por el capitalismo, que cuando uno como creativo con una marca local y con un alcance como el mío intentamos hacer el cambio, les asusta.
Ahora bien, últimamente he leído más sobre que muchas personas no se sienten representadas por la moda, ni en las campañas, o por las marcas, pero yo cuanto más he intentado ser diverso con mis propuestas, más rechazo recibo de parte de los clientes.
También pasa cuando subimos fotos de croptops y de rompers con comentarios muy similares: “pues cuando yo tenga esa cintura, quizá me atreva”, pero en realidad aquí no se trata de la cintura o del color de piel, no chicos, aquí se trata de que todxs nos sintamos representados, incluidos, que el mensaje llegue a todos en esta gran diversidad.
Esto es como el famoso machismo interiorizado que por más que intentemos eliminar, ni ustedes mismos se dejan. Imagínense qué difícil es para mí como pequeño emprendedor generar desde mi lugar ese cambio, pero una vez más reitero, ya no nos vamos a dejar y trataré de hacer desde mi lugar y mi postura, lo que me corresponde. En Mosma creemos que la moda es para todes así que seguiremos siendo incluyentes.