Jessy Aviesc es un diseñador tapatío con un gran sentido de la creatividad y de la estética. De manera personal fue atraído por la moda a través de la femineidad que le transmitían las prendas de mujer y años más tarde es esta exploración del género lo que lo llevó a crear su personaje Aviesc Who?
“Es algo que había deseado hacer. Desde pequeño me había llamado la atención la ropa de mujer. Y mi incursión en la moda precisamente es por eso, porque me gustaba tal prenda, pero no lo podía usar porque podría ser muy femenino. Quería explorar la dimensión del género”.
Su álter ego es hoy día la imagen pública que el diseñador decidió mostrar ante el público, mientras él busca un perfil bajo, enfoca a Aviesc Who? como el vínculo que conecta con las relaciones públicas de su marca, es quien se lleva las miradas y toda la atención. Pero nunca tratando de ser alguien que no es, su personaje es tal cual como lo es Jessy en la intimidad con los amigos, no es que se apodere de él para poder sobresalir, la sinergia es orgánica, es natural.
“El año pasado decidí hacerlo porque cumplía 30 años, no podía esperarme más tiempo para experimentar. Lo había postergado. Tenía que tener una madurez psicológica amplia porque el tema del travestismo y el drag es algo que incluso dentro de la comunidad gay es mal visto, te llaman ‘la vestida’ y si eres ‘la vestida’ entonces eres prostituta o vulgar”.
“Sé perfectamente quien soy. Sé lo que aporto a la sociedad. Soy profesor de pintura, trabajo con niños. Yo me sentía completamente integro para arriesgarme a hacerlo. La primera vez que lo hice fue mi cumpleaños, era algo simbólico, yo cumplía 30 años, pero mi personaje acababa de nacer”. Posterior a esta experiencia, Jessy volvió a llevar a los reflectores a Aviesc Who? cuando presentó una colección para Intermoda.
“Era como arriesgarse, pues si bien la marca iba viento en popa, podría pasar que se viera como algo muy mal o que despuntara. Y la verdad es que la respuesta fue muy positiva, incluso con gente con la que había tenido roces, lo aprobaba y para mí fue muy padre”.
¿Y cómo se definió Aviesc Who? ?
“El personaje es la identificación de la marca, de hecho su nombre viene a partir de ella, es una extensión, es la musa…. Al principio no la tenía tan desarrollada, pero lo que si sabía era que la concebía como una It girl que puede usar ropa de diseñadores mexicanos, porque ahora ya hay todo un discurso. Este personaje puede vestir avant-garde, piezas de diseñador y obviamente de Aviesc”.
Jessy considera que hay mucha gente que tiene el deseo de vestir así, ropa sin género, o ropa de traza femenina o masculina, pero no se animan por miedo. “Yo estoy experimentando, usando prendas donde se pensaría que se ven culeras, pero ya en la realización del outfit funcionan, hay como una temática. Y en ese sentido, mi personaje está en una línea de drag porque siempre es muy bonita”.
Jessy no sabe si en algún momento su personaje será algo más que la imagen pública de su marca. “Admiro mucho a la gente que está en el arte drag, yo solo soy un simple diseñador. Los que realizan esta actividad además de saber coser y de tener una estética tiene que saber cantar o bailar, su disciplina va más allá. Yo esto no lo veo como otro oficio, pero sí haría alguna actividad como experiencia personal, como para ponerme algún reto”.
¿Cómo se siente explorar la feminidad y las opiniones de quienes te rodean?
“Para mí ha sido un poco complicado porque yo veo con los mismos ojos del mundo, a menos de que me tope con un espejo, recuerdo que estoy en mi personaje. Mi roomie me decía: ‘es que eres igual que Jessy, pero vestido de mujer’. Me comporto tal cual soy, mi personalidad es la misma. No tengo una disociación, pero obviamente siento las prendas y me comporto distinto en el sentido de que si traigo un vestido de látex, mi postura es distinta”.
Jessy recuerda la anécdota de ir un día al antro vestido de chico y el trato fue normal, de una manera común y corriente, pero al día siguiente fue de chica y las atenciones fueron completamente diferentes. “Aunque no te lo digan, cambia mucho el rostro de la gente, su semblante siempre es de admiración, incluso te piden fotos aunque no seas nadie”.
Su personaje también es admirado por los transeúntes o por quienes están de comensales en un restaurante, “la gente te responde positivo, hasta ahora no he tenido ninguna respuesta negativa. Me ha tocado que he ido a comer y luego me voy a mi casa caminando y me voy con el personaje para experimentar a ver qué sucede y la verdad es que no ha pasado absolutamente nada, obviamente notas que todo mundo te ve, pero con agrado. En mi caso he padecido más mis propios prejuicios que los externos”.
Jessy disfruta tanto su parte masculina como femenina. Buscando también siempre encontrar un punto medio. “Incluso mis movimientos son más femeninos porque me lo permito más, me dejo también el cabello largo o me pinto las uñas. Y lo noto en mis clases, a veces no me lo permitía, pero ahora los niños me pueden ver con uñas largas y para ellos es común. Observo cómo reaccionan, me dicen, ‘maestro, sus zapatos son rosas, están muy padres’. Creo que las futuras generaciones serán más abiertas todavía”.