La carrera de la actriz mexicana Bárbara López ha ido en ascenso gracias al tino que tiene de elegir personajes entrañables, ya lo vimos con el fenómeno que fue “Juliantina” en la telenovela “Amar a muerte” donde hizo pareja con Macarena Achaga causando revuelo por la relación ficticia amorosa que protagonizaron. “Juliana” para Bárbara significó una conexión con la audiencia LGBT.
Ahora también goza del éxito con “Desenfrenadas”, nueva serie de Netflix que estrenó hace unas semanas y que llegó a las listas de popularidad de la plataforma porque en el proyecto se retrata al feminismo en todo su esplendor, pero no desde una lectura a propósito, sino desde la naturalidad en la que se desenvuelven cada uno de los roles protagonistas a cargo de ella, Tessa Ia, Lucía Uribe y Coty Camacho.
Platicamos con Bárbara acerca de ver en pantalla a mujeres tan distintas entre sí, con diferentes perspectivas de vida y con una apariencia más realista con la que otras chicas puedan sentirse plenamente identificadas. “Tan es así que constantemente mis conocidos me dicen ‘yo soy ‘Carlota’ o yo soy ‘Rocío’ y ese es el objetivo, preguntarte: ¿dónde me encuentro yo?”.
Y para acercarse a estos tópicos, la actriz destaca que no hay mejor vínculo que el humor. “Lo hablamos desde un lugar muy amable y divertido también, el sarcasmo al final para eso es, hay que divertirnos con estos temas porque al final eso es la comedia, reírnos de nuestros defectos para de alguna manera, comprender todo desde un lugar más claro. Sí obviamente también hablamos de crudeza, de momentos duros y difíciles”.
Bárbara interpreta a “Rocío”, una joven estudiante de medicina que está comprometida y que de pronto se da cuenta que ese presente que está viviendo no es lo que en realidad quiere para su futuro. En esa búsqueda de encontrar sus respuestas, emprende un viaje con sus amigas y en el inter, varias aventuras están por sucederle.
En ese sentido, Bárbara, a través de los roles que ha interpretado, se ha convertido en un ejemplo para otras mujeres que también están viviendo en plena libertad. “Esta es una serie que aborda muchos temas y no necesariamente tiene que haber una moraleja, pero sí es verdad que toca temas reales que nos conciernen el día de hoy de los que tomos son responsables. Y si también un proyecto (como este) puede abrirte los ojos o hacerte sentir, pues ese ese es el objetivo del arte, que te haga sentir algo y que te resuene en algún lugar de tu vida y sí, creo que se está logrando”, finaliza.