Marvel y Disney no dejan de sorprender en cada una de las películas de superhéroes que presentan y “Doctor Strange en el Multiverso de la Locura” no es la excepción. La cinta dirigida por Sam Raimi ofrece dosis efectivas de horror y comedia que hacen un match perfecto para mantener la atención de los espectadores desde el primer momento.
La cinta ofrece arcos narrativos muy interesantes sobre las otras versiones que tenemos de sí mismos y como en cada una aunque seamos las mismas personas, podemos reaccionar de distintas maneras, una metáfora muy profunda que se digiere muy bien en la manera en la que se desarrolla la historia, incluso nos llevará a recordar cintas de Christopher Nolan como “El Origen” y “Tenet”.
Raimi, quien tiene experiencia en el cine de horror y suspenso, deja su huella impregnada en esta cinta sobre “Doctor Strange” comulgando con el formato en el que se constituyen todos los largometrajes de esta franquicia llamada Marvel.
Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) ya no es ese narcisista que conocimos, está más bien haciendo una introspección de lo que ha perdido por tratar de controlar aquello que pueda causar el caos. Sin embargo, “La Bruja Escarlata” (Elizabeth Olsen) está en una catarsis similar, pues al tratar de armarse un mundo ideal controlando a todos a su paso, perdió la paz mental, lo que la ha llevado a llenarse de desolación y desde ese sentimiento quiere controlar todo a su paso.
Esta nueva cinta trae de regreso a leyendas del cómic y presenta a una protagonista latina que tiene la capacidad y fuerza para enfrentarse a “La Bruja Escarlata” y hacer equipo con “Doctor Strange”, pero aquí no hay buenos ni malos, solo seres humanos lidiando con su propio caos.