Este miércoles 5 de mayo se estrena en salas de cine “El exorcismo de Carmen Farías”, cinta del director Rodrigo Fiallega, con quien tuvimos oportunidad de conversar sobre este proyecto que es más que una historia de terror y de posesión, pues también se aborda la pérdida. La película es protagonizada por Camila Sodi, Juan Pablo Castañeda y Juan Carlos Colombo.
Después de la muerte de su madre, «Carmen» (Camila Sodi), una intrépida periodista, descubre que heredó la casa de su abuela. Al indagar sobre su familia, descubrirá que este lugar esconde secretos sobre su abuela, y que ahora ella deberá terminar la batalla contra el demonio que ésta inició para salvarla. “Ella (Carmen) no sabía que tenía preguntas por hacerse hasta que llega a esa casa y es esa casa la que le da algunas respuestas”, dice el director.
La película surge a partir de las múltiples historias que el guionista Molo Alcocer Délano escuchó durante su niñez en Querétaro; uno de los lugares donde más exorcismos se realizan a nivel mundial y donde la religión siempre ha jugado un papel importante en la ciudad y la sociedad. El origen de la historia hace referencia a un mal antiguo latente y que está esperando a que alguien regrese a alterarlo.
“Molo se basó en leyendas e historias familiares que él tenía en Querétaro para construir el guion, no se basa en un caso en particular, sino más bien en esta variante de historias sobre exorcismos y a partir de ahí desarrolla la historia, que precisamente con el pretexto de los exorcismos va desarrollando este personaje que resulta que tiene el diablo por dentro, y que lo que nos dice es que los demonios que nos atormentan no están allá afuera, sino dentro de nosotros”.
La analogía es importante, porque a menudo las personas le temen a lo externo, cuando en realidad lo que las consume son sus propias problemáticas internas. “Las buenas historias de terror son metáforas realmente de nuestros miedos y las cosas que no conocemos, de lo que llevamos dentro y de lo que finalmente queremos ocultar. La manera de exteriorizarlo puede ser a través de los fantasmas, de los demonios, o de los zombis, pero creo que todo eso al final en algunas historias de terror no son más que representaciones de nuestros propios temores internos”.
En cuanto a la elección de Camila Sodi para interpretar a “Carmen”, expresa el director que desde un inicio ya se tenía pensado en ella para asumir este rol tan importante en la historia. “El nombre de Camila lo teníamos todos un poco en la cabeza, nos parece una actriz con las suficientes tablas y experiencia como para llevar la película, porque prácticamente la lleva toda ella sola, además es una actriz que la gente quiere, que puede dar diferentes registros y que además a ella le interesó el hecho de hacer algo diferente a lo que ya había realizado”.
El reto de hacer terror en México
El país es conocido por su éxito en taquilla con las comedias nacionales, pero el terror ha sido un género que apenas se viene explorando, en ese sentido, destaca Rodrigo que nos un estilo que se produzca mucho últimamente, “lo cual es irónico porque siento que al público mexicano le gusta mucho el género del terror y un reto era precisamente mostrar que se pueden hacer buenas películas comerciales de terror, con sustento, y que a nivel visual y sonoro tengan la calidad estándar de cualquier cinta internacional”.
Considera que no se desarrolla tanto el género en el país porque hay un cierto temor al fracaso. “Es un género difícil porque la línea es muy endeble entre que funcione y entre que no, el público es muy exigente y perdona muy poco, si te sales un poco y ya no te la crees, se desmorona todo, hay otros géneros que son más permisibles, pero el terror no. Por otro lado sucede mucho que en el cine a nivel mundial, por el proceso que han llevado los efectos especiales se confía demasiado en ellos y se le quiere dar ahí todo el peso, olvidándose de la trama misma y de la calidad audiovisual, y eso nos ha frenado a nosotros, porque somos un país muy rico culturalmente y a nivel de historias de terror nos podemos adaptar y no forzosamente necesitamos los miles de millones de dólares para poder hacer buen terror”.
Esta cinta es la primera incursión en el género para Rodrigo, el cual le permitió experimentar más en el lenguaje cinematográfico. No descarta volver a adentrarse en cintas como esta, lo que le interesa es hacer buenas películas no importa el género que sean.
