ModaEmprende, la plataforma de negocios en moda, desarrolló hace unos días un “MeetUp” con la señora Anna Fusoni, especialista de estos menesteres fashionistas, donde Jacob Pulido –director de este proyecto–, fungió como moderador. El tema a tratar fue cómo impulsar, reconocer y saber vender una marca con propuesta de diseño. La charla se desarrolló en el contexto del primer Concurso Nacional de Emprendimiento en Moda que el próximo 7 de agosto cierra su convocatoria.
Durante el “MeetUp” se conectaron jóvenes diseñadores de distintas parte de la República Mexicana, quienes buscaban disipar sus dudas entre divertidas anécdotas que contaba Anna Fusoni, quien tanto ella como Pulido enfocaban sus comentarios en que una marca debía tener muy claro quién era su público, a quién le quiere vender y qué características tiene esa audiencia, partiendo de que los mensajes deben ser muy concisos con palabras universales que los clientes puedan reconocer y entender fácilmente, pero comprendiendo muy bien el diseñador el entorno en el que se desarrolla su negocio.
La diferencia entre quienes se van quedando y persisten al paso del tiempo, recalcó Fusoni, son los que tienen “claridad de metas, enfoque y harto aguante, porque nada en esa vida es fácil. Lo que sí uno tiene que tener muy claro es que hay que ser un emprendedor con una estructura a cinco años”. Jacob por su parte manifestó que muchos creativos se quedan atorados porque no logran vender su producto.
“Hay mucha propuesta de diseño, mucho interés, todas las revista y los medios voltean a verlos, pero no venden, no tienen estructura. Lo que más me consta que ha matado a diseñadores y que podría ser algo exageradamente tonto, es que no conocen la palabra ‘resurtido’, no saben que cuando hay que dejar tres prendas en la tienda, hay que calcular en cuánto tiempo se van a vender para volver a llevar”.
Otro punto importante que se puso de ejemplo fue el hacer piezas únicas y venderlas en precios muy altos cuando se está en desarrollo, o que haciendo prendas originales a precios de “fast fashion” se puede hacer negocio.
También se enfatizó sobre no caer en clichés para promover una marca de moda, por ejemplo, dijo Pulido que en el discurso esté el proponer que es “para la mujer moderna y contemporánea”. “Y no es que esté mal, el punto es que está tan trillado y tan desgastado que ya perdió el sentido. Entonces el decir ‘contemporáneo’ ya es un pleonasmo”.
En ese sentido, respalda Anna Fusoni su comentario, “estas expresiones tan banales y tan trilladas, demuestran que realmente no se tiene la menor idea de para quién se quiere diseñar y a qué mercado está enfocado su producto”.
Sobre el estilo “Genderless” (sin género) en nuestro país, dijo Fusoni que es una propuesta que tiene y tendrá el desarrollo que otras tendencias. “Somos tan globales y estamos tan colgados de tanta información que circula en las redes y seguimos a influencers de un tipo o de otro, que no puedes preguntar (solo) de México. Todo es cíclico, va a pasar, la gente se va a aburrir de ser ‘genderless’, ¿futuro? Pues lo que duren las tendencias, porque hay las que se extienden a través de muchas épocas y conforme vaya entrando una nueva generación (dictará cómo se quiere ver y sentir representado), como hombre, mujer, avestruz… o lo que sea”.
Finalmente, ahora que estamos en tiempos de COVID-19, los especialistas fueron cuestionados sobre qué tanta moda se puede implementar en una marca comercial, a lo que respondió Anna que hay una gran área de oportunidad. “Durante este encierro de cuatro meses la gente está harta de andar de playera y pants. Entonces, cualquier cosa con un poco de diseño y chispa que ofrezca a través del e commerce o el Instagram, me va a llamar a mí muchísimo la atención como consumidor. Creo que es un buen ejercicio de creatividad y ver qué funciona y que no, porque la gente está mucho más atenta a lo que está pasando en las redes, cosa que no hizo antes del COVID-19”.
Pulido recordó que a propósito del home office (trabajando desde casa), las marcas están vendiendo básicos y baja cantidad de moda, es decir piezas que se ven del pecho hacia arriba que son las prendas que se visualizan a través de videollamadas durante estos días de la pandemia.