Soy muy introvertido, me cuesta mucho relacionarme con la gente, incluso podría parecer que soy huraño, pero de verdad que se me complica ser abierto con las personas que acabo de conocer o que no son muy cercanas a mi día a día. Claro, una vez tomando confianza todo cambia. Y en gran medida, mi profesión me ha ayudado a derribar barreras para la convivencia con otros, así que lo agradezco mucho.
Dicho esto, obviamente las relaciones sentimentales son muy bizarras para mí, nunca me doy cuenta si alguien quiere algo conmigo e invariablemente cuando alguien me gusta, hago todo lo posible para que todo termine en la friendzone, pero esa es otra historia.
Me había resistido a usar las aplicaciones de ligue, pero Mauricio me convenció de hacerlo. Sin embargo, el acceder a ellas lo vi más como un experimento social donde me di cuenta de cómo se mueven los estereotipos y etiquetas que a continuación explicaré.
Primero, reconozco que la respuesta es eficaz, con dos clics de distancia, puedes –si quieres– tener sexo a la carta, cosa que no me da miedo, pero me pone en alerta, es indispensable que antes de querer tener contacto sexual con un desconocido, tienes que cerciorarte de muchas cosas, por ejemplo, su salud y lo que realmente quiere, porque al no saber más que su nombre y que te envió unas nudes –el pack para los cuates– desconoces si solo quiere pasarla bien, si te va a saltar o es un maniaco.
- Creo que Tinder y Grindr son dos espejos que reflejan estereotipos y expectativas que rayan en el machismo y la discriminación, no me refiero a las plataformas, sino a la gente que las usa. Por ejemplo, al interactuar por medio de mensajes de texto, me percaté que en el mismo círculo gay el rechazo social es una constante, si no estás guapo o si no eres activo (rol sexual), estás prácticamente destinado al fracaso de tener un ligue virtual y que éste te lleve al encuentro para el sexo. El estándar es alto para poder acceder al cortejo, tienes que ser varonil, activo y guapo.
Claro, no en todos los casos sucede lo mismo, pero es algo similar, si eres pasivo (rol sexual), tienes que estar guapo y de buen cuerpo. Entonces, si no posees alguna de estas cualidades, la tiene difícil a menos que sea persistente, porque como dice el dicho, el que busca encuentra.
Sí, de la vista nace el amor, y todos nos interesamos de alguna u otra manera y en primera instancia por la apariencia física, después viene lo demás. No considero que debamos navegar en estas aplicaciones esperando encontrar al amor de nuestra vida, aunque no dudo que haya excepciones y alguien ya viva muy feliz en pareja.
“Ligar” en estas apps no ha sido una experiencia interesante para mí, no dudo que para muchos sí lo sea, que les divierta y por medio de estas aplicaciones tengan experiencias envidiables, pero me doy cuenta que soy un hombre con corazón de pollo que prefiere el contacto directo, mirar a los ojos, sonreír y que surja la conversación.
Cuídense mucho los que son asiduos a Grindr, leí un artículo de MVS Jalisco donde se destaca que han estado ocurriendo robos y violencia física a hombres que utilizan la aplicación, y que por temor a que se sepa que usan estas plataformas de contacto, no denuncian. También, no está de más recordar que quienes llevan una vida sexual activa, está el factor de adquirir una enfermedad venérea, así que el uso del condón debe ser imprescindible.
