Netflix ya estrenó su nuevo thriller de misterio y acción, se trata de la serie de 10 episodios “¿Quién mató a Sara?”, protagonizada por Manolo Cardona, Carolina Miranda, Alejandro Nones, Eugenio Siller, Luis Roberto Guzmán, Claudia Ramírez y Ginés García Millán.
En este proyecto que va del pasado al presente, “Sara” ha muerto, y su hermano “Alex” (Cardona) ha sido declarado culpable del incidente, años después sale de prisión dispuesto a cobrar venganza contra la familia que lo metió a la cárcel, los “Lazcano”; además, claro, de averiguar quién fue el que la mató.
Uno de los personajes clave que atestiguó la muerte de “Sara” en altamar, fue “José María Lazcano”, interpretado por Polo Morín en su etapa juvenil y en la adultez por Eugenio Siller. “Chema”, como se le conoce en la historia, es homosexual y más allá de retratar el cliché de siempre donde se aborda la salida del closet, o hay una cierta mofa, en esta historia lo que se cuenta es el conflicto que viven él y “Lorenzo” (Luis Roberto Guzmán) al quererse convertir en padres.
La pareja homoparental es retratada en su cotidianeidad, haciendo lo que cualquier persona vive en una relación sentimental, solo que aquí el padre de “Chema”, “César Lazcano”, un hombre corrupto y ambicioso, es súper machista y quiere que tanto su hijo como su yerno, disfracen su relación para cubrir las apariencias.
“Que sean homosexuales (en la serie) no es el tema, claro, aunque para la familia (Lazcano) lo es y ese el problema de ‘Chema’, que se siente marginado, pero en ningún momento, actoralmente, los personajes están hechos ni como un cliché, ni como una caricatura, ni como una burla o comedia, que a veces es la única manera en la que se abordan estos personajes o que se desarrollan con un tabú y que los enfocan específicamente en esa característica del personaje (su orientación sexual)”.
“Vamos a ver a ‘Chema’ y a ‘Lorenzo’ en una vida normal, en el día a día, en su trabajo, en la casa, en cómo es su matrimonio, cómo duermen, cómo se levantan y cómo se tratan. Se toca el tema de una relación homoparental con un vientre alquilado”.
Expresa que al mencionar todas estas características, cualquiera que tenga una visión conservadora de la vida se espantaría, sin embargo son situaciones de lo más cotidianas en este mundo diverso, “todo está manejado de una manera tan natural y tan sutil, que en ningún momento se vuelve algo morboso, ni escandaloso”.
Expresa que para él y Roberto, es importante poder representar a una comunidad digna de respeto, “en estos tiempos ya no deberían de existir ni estereotipos ni estigmas, o juzgar a la gente por cómo se ve y esta serie viene a romper con todo esto”.
En cuanto a la sinergia con Polo Morín, pues ambos encarnan el mismo papel, compartió Siller que hicieron trabajo de mesa previamente para darle ciertas características y actitudes al papel y que pudiera mimetizarse con ambos perfectamente, pues esto también hace que el público sienta que son la misma persona y se genera una conexión y empatía directa.