La cinta se basa en el caso de las víctimas del padre Preynat, sacerdote acusado de haber agredido sexualmente a más de 70 jóvenes menores de 15 años
Tras abordar una historia oscura y erótica en «El amante doble», su anterior película, François Ozon anuncia que su nuevo largometraje, «Gracias a Dios», se centra en los recientes escándalos de pedofilia en la Iglesia.
Este filme se reconecta con la fibra comprometida y realista del director, ya presente en «Joven y bella».
Conocido por haber probado todos los géneros cinematográficos posibles: de la comedia, al drama, al suspenso, al musical y al erotismo, el cineasta regresa con una historia inspirada en el caso de las víctimas del padre Preynat, sacerdote de Lyon acusado en 2016 de haber agredido sexualmente a más de 70 jóvenes menores de 15 años, entre 1986 y 1991.
«Gracias a Dios» es un proyecto cuyo rodaje fue muy discreto: Ozon no solo lo aceleró deliberadamente, sino que trabajó fuera de Francia, en locaciones de Bélgica y Luxemburgo, para evitar complicaciones. En él se siguen los pasos de Alexandre Hesez-Dussot, uno de los fundadores de La Palabra Liberada, asociación de las víctimas del padre Preynat.
Interpretado por Melvil Poupaud, este personaje es una de las excepciones en la filmografía del cineasta, quien se ha especializado en las historias de mujeres. Aunque el detalle no cambia tanto los paradigmas del director: «Después de las películas sobre personajes femeninos fuertes, quería interesarme en la fragilidad de los hombres. Hombres heridos, magullados en sus cuerpos», explica el artista.
El tema ya había sido planteado, aunque en otro contexto, en una cinta anterior del galo: «Una nueva amiga», en la que un hombre intenta convencer a quienes lo rodean que se siente mujer y comienza la transformación de su cuerpo.
El anuncio del estreno de la película coincide con la reanudación del juicio canónico del padre Preynat, suspendido por un año. ¿Un momento revelador del deseo de Ozon de llevar su cine a las noticias? El cineasta lo niega. Rechaza cualquier posición ideológica, explicando que «no proporciona una respuesta pero hace muchas preguntas. Uno de los personajes dice que su lucha no es contra la Iglesia, sino por la Iglesia. Esta lucha también es la mía».
Mientras se espera el estreno del filme, anunciado para el 20 de febrero de 2019, se puede descubrir la primera imagen de la cinta publicada en la cuenta de Instagram de François Ozon.