#FreeBritney

No hay duda de que Britney Spears es una de las figuras más emblemáticas de la música internacional. Tiene un repertorio que abarca varias décadas con clásicos que se han quedado en la memoria colectiva. Ha mostrado icónicos looks que han sido inspiración para nuestra comunidad LGBT+, y tiene una legión de fans alrededor del mundo que la respalda, sin embargo, le hemos fallado.

Hace unos días el diario The New York Times presentó el documental para la televisión “Framing Britney Spears”, disponible en Hulu y en el cual se muestra una realidad de la que somos conscientes desde hace tiempo, pero que la estuvimos evadiendo, y esa es el escarnio que hacemos como sociedad y medios de comunicación contra una persona pública, en este caso Britney.

La cantante representa con este proyecto audiovisual a otras muchas celebridades que han pasado por situaciones similares, sobre todo a las cantantes femeninas como Britney, que por el simple hecho de ser mujeres se les exige una cuota de esfuerzo y dedicación que a un hombre por el privilegio de haber nacido varón, no se le reclama o se le requiere.

En este trabajo dirigido por Samantha Stark y producido por Jason Stallman, Sam Dolnick y Stephanie Priess, vemos cómo fue que a Britney le construyeron una imagen de mujer perfecta, donde no se le permitía fallar porque era una figura aspiracional para las masas y si el error llegaba, inmediatamente se le juzgaba y criticaba de una manera inquisidora. Tuvo que lidiar con cuestionamientos machistas, sexistas, juiciosos y tendenciosos durante su carrera y todavía ahora que ya no realiza shows, ni presenta música, sigue siendo víctima de burlas.

Como ser humano que es, Britney colapsó, así como en algún momento de nuestras vidas nosotros también hemos pasado por situaciones límite, solo que a ella la perseguían decenas de paparazis. El morbo vende y bien, y mientras más dura y explosiva fuera la situación en la que se encontrara la estrella, más valía el material, y así en 2007 circularon imágenes de ella rapada donde se ve completamente fuera de sí tras sentirse asediada y acosada, y se le culpabilizó a ella de ese percance, no se le dio su parte de responsabilidad a la prensa por llevarla a una situación límite como esa.

Esa situación detonó que Britney perdiera su autonomía y que su padre tomara su tutela, sin derecho a decidir sobre sí misma, él prácticamente en los siguientes años se hizo cargo de sus finanzas, su carrera y prácticamente su vida entera. Britney comenzó una disputa para que su padre no tome ya el control de sus bienes y el litigio está en proceso, ella busca que una firma de abogados tome riendas en ese sentido, porque mientras su padre tenga el control, ella no trabajará más.

Y es que si lo vemos fríamente, Britney se convirtió en la esclava de su papá, laboró para él por muchos años acrecentando su bolsillo y ella no tuvo beneficio alguno sobre sí misma y eso aquí y en China se conoce como explotación.

Hace unos días Justin Timberlake ofreció disculpas a Britney y a Janet Jackson por sus acciones machistas en el pasado, no sabemos si lo hizo de corazón, o porque se sintió presionado a raíz de la salida de este documental y previendo lo que pudiera pasar, decidió respaldarse con las disculpas, lo cierto es que ambas las merecen y aunque se tardó en reconocer sus errores, lo está haciendo y eso queda como prueba de que los hombres con poder tienen que ser conscientes de sus acciones.

Ojalá que Britney recupere pronto su autonomía y pueda vivir con la libertad que merece, que su caso sirva como ejemplo para no cometer los mismos errores con las nuevas generaciones llenas de sueños. Y que sepa Britney que cuando regrese al escenario a recobrar su luz, habrá miles y miles de fans esperándola, porque es y será por siempre la princesa del pop.

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Kike Esparza

Soy un periodista apasionado del cine, la música y la moda. Tengo una obsesión por contar las horas y estornudar una y otra vez cuando tengo que tomar una decisión. Quiero ser como Carrie Bradshaw.

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En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

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