Hace unas semanas muchos de los que somos seguidores de la plataforma en streaming –Netflix– casi nos deprimimos con la noticia de que se cancelaba “Sense8” porque era una producción cara –9 millones de dólares por capítulo– y el costo beneficio no redituaba puesto que no tenía los espectadores que se necesitaban.
Ve tú a saber si es toda la verdad, recordemos que Netflix no revela sus cifras, porque si no tuviera tantos fans, cómo nos explicamos de que esa noticia de su cancelación se volvió una locura, tanto que miles alrededor del mundo nos sumamos para pedir por el regreso de la serie, o al menos que hubiera un final y ya se nos concedió.
Netflix y la directora Lana Wachowski, ofrecerán un final de dos horas el próximo año, finalmente sabremos cuál será el destino de “Wolfgag” (Max Riemelt) y si podrá consumar su amor con «Kala» (Tina Desai), además de que están las historia de los demás sensates que quedaron inconclusas ya que el final de la segunda temporada fue muy abierto.
Lana hace unos días escribió una nota muy emotiva y contundente, ella al igual que todos nosotros fue tomada por sorpresa con la noticia, señalando que a diario los fans la contactaban para preguntarle qué hacía falta para que por lo menos existiera un final. Y es que “Sense8” ha sido una historia plural y sin prejuicios.
La serie tiene todos los elementos necesarios para convertirse en un icono de la cultura pop, tiene acción, suspenso, drama, comedia, amor y ciencia ficción, es inclusiva, sexual y poderosa, tiene la plenitud de la multiculturalidad, actores de diversas partes del mundo que suman un valiosísimo aporte histriónico.
Este proyecto era el mejor ejemplo de las nuevas sociedades que son más abiertas a la diversidad y que también es la ventana para que más producciones no sean temerosas de poner en pantalla a dos hombres besándose apasionadamente al igual que a una mujer con una chica trans en las mismas posibilidades.
Foto cortesía Netflix.