La música tiene el poder de identificarnos y de hacernos empatizar con el otro. El cantautor tapatío Jacinto fue desarrollando su primer disco “Duerme en paz” a partir de vivencias personales que lo envolvieron en un mar de emociones contrastantes. Comparte en entrevista que este proyecto resultó en una catarsis, una manera de exorcizar todo lo que tenía dentro de él.
“El álbum se escribe a partir de todas las emociones que tengo –no sé si guardadas– pero son experiencias y sentimientos con la intención de redactarlas en papel para darme cierta tranquilidad, como si fuera una terapia… cómo escribir un diario donde desde temprana edad fui (desarrollando) letras. Se me hizo una figura bastante amena para poder expresarme y sacar todo lo que traigo dentro y que no lo puedo hacer de otra forma, la música ha sido mi salvación”.
Califica la experiencia de presentar este proyecto, como un buen momento en su vida, “he recibido mucho apoyo de mis amigos y familiares en este proceso, porque lanzar un álbum es algo pesado emocionalmente”.
Las emociones de Jacinto salieron de su habitación para convertirse en canciones, las cuales, quienes las reciban, pueden empatizar con lo que se expresa en ellas, pues la magia ocurre cuando algo particular se vuelve universal. “La primera parte (de sacar) todo esto fue la vulnerabilidad que sentí al publicar (este) diario… como si de repente te hackean y te ponen en una página de Facebook o Instagram y no sabes si estás listo para eso. Pero la otra parte es que sí ha sido muy grato escuchar a la gente que le ha agradado el álbum, es la contraparte que no esperaba y que me ha dado mucha motivación y fuerza”.
Confiesa Jacinto que “Duerme en paz” representa un capítulo de su diario, “y por eso tenía la necesidad de que saliera todo junto, no es una temporada, el disco es un capítulo tal cual con momentos clave que están alrededor de mi cuarto, porque desde este lugar me sentía protegido y no vulnerable, en él podía escribir las canciones y pensar en lo que me había pasado y tenía dentro”.
Reitera que en este proceso de creación, su habitación fue su trinchera, donde además lidió con demonios como el insomnio, que de hecho hay una canción en el álbum que se llama así. “‘Insomnio’ es como toda esta acumulación de problemas y de sentimientos, toda esta ansiedad que me llevaba a él y que era caótico no poder hacer nada al respecto, desvelándome y amanecer tomando café para sobrevivir al día, pero por el otro lado está ‘Duerme en paz’, que es como el lado más ameno, pues lo que me llevó a ello fue la forma de poder sacar todas estas malas vibras a través de la música y es muy importante para mí este ambiente del cuarto porque todo se desarrolla ahí”.
Expresa que su carta de presentación es su intimidad y no hay nada más privado que su habitación, a la que llama trinchera, que justo los artistas de su generación en su cuarto han encontrado el refugio para exorcizarse y crear conceptos creativos que vienen del corazón y de los miedos internos.
Recuerda Jacinto que antes de la pandemia, su habitación representaba ese lugar donde sentirse en paz y tranquilidad, pero al estar en cuarentena, también se volvió un espacio para la confrontación, “y eso me llevó a escribir varias de las canciones de este álbum, tanto el cuarto como la cuarentena fueron una pieza fundamental en esto y mi proceso creativo aumentó mucho”.
Actualmente Jacinto radica en la Ciudad de México y lo que más le interesa es tocar presencialmente para el público, así que espera que en la medida de lo posible y conforme se vaya desarrollando la pandemia, comenzar a tocar donde se pueda para irse fogueando.
