“La Diva del Bronx”, Jennifer López, estrenó en Netflix su documental “Halftime”, el cual toma como contexto su presentación en el medio tiempo del “Super Bowl” en el año 2020, semanas antes de que todos nos encerráramos en casa con la llegada de la crisis sanitaria.
En este documental de poco más de hora y media podemos ver que incluso para una superestrella como J.Lo no todo está servido en bandeja de plata, y que a pesar de las décadas de trayectoria, tiene que trabajar arduamente para ser respetada y que su credibilidad siga intacta.
Podemos ver a una Jennifer que ha lucha contra el estigma machista y doblemoralino sobre su cuerpo y sus aptitudes para el canto y el baile, pues al ser una mujer que está empoderada de sus curvas y su belleza, se ha puesto en tela de juicio su valor como artista.
Y es que al ser latina y desarrollar personajes con oficios habituales de trabajadores que día a día salen a ganarse la vida, J.Lo ha sido discriminada en los portales de periódicos y revistas, que denigraban sus raíces por hacerse los ácidos, o por vender más números.
Sin duda Jennifer es una americana que ha puesto la cultura latina en el mapa y aunque podemos ver en el material que compartir el medio tiempo con alguien más no fue del todo algo que le pareciera a su equipo, Jennifer lo tomó como una oportunidad para demostrar que dos mujeres latinas –ella y Shakira– son el estandarte de mucha gente que no tiene un micrófono para exigir igualdad y respeto.
Mientras Jennifer se prepara para el “Super Bowl”, también vemos cómo la empresaria y productora promueve su película “Estafadoras de Wall Street”, cinta que a más de 20 años le permitía aspirar de nueva cuenta por un Globo de Oro, ahora en la categoría de mejor actriz de reparto, cuando a más de dos décadas atrás compitió como actriz estelar por la biopic de “Selena”.
Este personaje de “Ramona Vega”, una desnudista hábil, le abrió la posibilidad a la actriz de ser considerada para los Oscar, pero su nombre no apareció en la lista y la prensa se preguntaba, así como su equipo de trabajo, cuál era la razón, si había hecho un trabajo impecable, entregando sudor, lágrimas y pudor en una de las escenas más fuertes que ha hecho al bailar prácticamente sin nada en una pista de pole dance. La industria de Hollywood suele ser cruel y J.Lo lo puede constatar.
En el medio tiempo del “Super Bowl”, Jennifer en su espectáculo se pronunció en contra de las jaulas que utilizaban en migración de Estados Unidos para agrupar a los inmigrantes. Narra que tuvo la imposición de que esas jaulas iluminadas no salieran en el show, pero contra todo defendió sus ideales. Qué bueno es tener a Jennifer López como una diva de la música y el cine que desde el entretenimiento le da voz a las minorías.
