La espera ha terminado y este viernes 4 de octubre finalmente el público podrá ver la cinta “Joker” ¬“Guasón” para América Latina– protagonizada por el ganador del Oscar en el año 2000, Joaquín Phoenix, quien asumen este personaje como uno de los más complejos en su carrera histriónica.
Dirigida, co-escrita y producida por Todd Phillips, “Guasón”, es la visión original del infame villano de DC, una historia sobre su origen, impregnada de las mitologías más tradicionales del personaje, pero al mismo tiempo diferente. La exploración de Phillips de “Arthur Fleck”, que es impecablemente retratado por Joaquín Phoenix, es la de un hombre que lucha por encontrar su camino en la sociedad fracturada de Ciudad Gótica.
Phoenix admite que, incluso durante el rodaje, se mimetizó tanto con “Arthur” aka “Guasón”, que logró entender sus complejidades. “Hubo momentos en los que me encontré sintiendo por él, incluso sintiendo que entendía su motivación, y en el momento siguiente me repugnaban las decisiones que él tomaba. Hacer de este personaje fue un reto para mí como actor, y sabía que también desafiaría al público y sus ideas preconcebidas sobre el ‘Joker’, porque en su mundo ficticio, como en nuestro mundo real, no hay respuestas fáciles”.
Aunque en el pasado se había resistido a todo tipo de proyectos inspirados en el género, el actor se sintió intrigado cuando leyó el guion. «Pensé que era audaz y complejo y que no se parecía a nada de lo que había leído antes. Creo que Todd tiene una manera única de ver las cosas que es realmente perfecta para esta película. Cuando trabajo con un director, quiero a alguien que tenga una visión singular del material, y nadie más que Todd podría haber hecho esta película».
“Arthur” usa dos máscaras, una que se maquilla para su trabajo de día como payaso y la otra que nunca puede quitarse; es el disfraz que proyecta en un intento inútil de sentirse parte del mundo que le rodea, y no el hombre incomprendido al que la vida golpea repetidamente. Huérfano de padre, “Arthur” tiene una madre frágil (Frances Conroy), probablemente su mejor amiga, que lo apodó “Happy”, un sobrenombre que le ha dado a Arthur una sonrisa que esconde el corazón destrozado en su interior.
“Arthur siempre está luchando con lo que quiere decir y con cómo quiere decirlo”, dice Phoenix. “Sus instintos no encajan con el estándar aceptado de conversación o interacción….o con cualquier otra cosa, en realidad”.
La verdad de Arthur es compleja. Intenta hacer stand-up, su vocación de ensueño y para la cual se prepara viendo a otros cómicos, esperando captar el tono y el tiempo, y adoptarlo como propio. Esperando que él, al igual que ellos, logre cautivar a una audiencia con observaciones ingeniosas y encontrar una forma aún mayor de aceptación en los aplausos del público.
“Desafortunadamente, la forma en que ve el mundo y, francamente, lo que le parece gracioso no funciona del todo. No entiende el tipo de humor que tienen los demás y tampoco es capaz de imitarlo”, señala Joaquín.
Al principio de la película, vemos la forma marchita en que “Arthur” se conduce mientras sube las escaleras, construyendo sobre otra idea que Phillips implantó en Phoenix, de que “Arthur” camina con «zapatos pesados», llevando el peso del mundo consigo. Sin embargo, cuando más tarde los desciende, vemos no sólo un “Arthur” muy diferente, sino un carruaje totalmente distinto. “El ‘Joker’, camina con la cabeza en alto, con confianza. Antes de eso es como si fuera un caparazón de sí mismo”, resalta Phoenix.
Dando libertad al personaje
Para encarnar a “Arthur”, Joaquín bajó 25 kilos de peso, consumiendo apenas una manzana al día. Phillips confiesa que fue idea suya, “quería que el personaje pareciera hambriento e insano, como un lobo desnutrido».
Phoenix y Phillips desarrollaron una estrecha relación durante el rodaje mientras trabajaban para descubrir y definir los puntos más sutiles de la naturaleza dual de Arthur. Con una cuidadosa atención a lo largo de la historia y un narrador tradicionalmente poco confiable como el “Joker” preparando la escena para que emerja de entre la crisálida de este hombre socialmente torpe y cada vez más desesperado, dejaron la verdad misma de la historia de “Arthur Fleck” abierta a la interpretación, como si fuera una experiencia propia de “Arthur”.
“Hubo momentos en los que pensé que a ‘Arthur’ le gustaría alterar su historia debido al efecto que tendría en la forma en que alguien se sentiría con respecto a él, y hubo otros momentos en los que pensé que él la alteraría porque es lo que realmente cree”, dijo el actor. “Normalmente con los personajes eso resulta frustrante, no entender sus motivos; pero con este personaje se volvió liberador saber que podía ir en cualquier dirección. Al trabajar con Todd en una escena, si no encontrábamos una manera sorprendente de explorarla en el momento, sentíamos que no la estábamos haciendo bien”.