La suerte es sinónimo de éxito, si se trabaja con empeño y dedicación ésta simplemente aparecerá, y así lo puede constatar el cantautor sinaloense Joss Favela, quien recientemente publicó su álbum “Llegando al rancho”, material que tiene un significado especial porque con él honra a sus raíces y a su familia. Además, el material se liga al número 3, el cual ha sido muy significativo para el músico a lo largo de su vida.
“Llegando al rancho” es el tercer disco de estudio en su carrera; la canción número tres –“Ya no quiero andar contigo”– fue seleccionada como la carta de presentación de este proyecto, la cual tiene una duración de tres minutos con 33 segundos, por si fuera poco, él es el tercer hijo, nació a las tres de la tarde y recién cumplió 30 años. Si bien no se declara asiduo seguidor de la astrología, sí lo es de la numerología y considera que estas coincidencias en su vida son de buena suerte.
“Llegué a una edad, que a lo mejor para muchos no es tan trascendental, pero para mí fue un cambio súper radical cumplir 30 años, fue algo muy diferente y no lo digo con añoranza de volver a tener 20, al contrario, creo que aprendí muchas cosas y fue durante este proceso de pandemia. Entonces, creo que este disco es la primera puerta o ventanita que se abre de esta nueva etapa mía como autor, como cantante y como persona, y estoy muy contento también por eso, porque cosas que antes no me importaban, ahora me importan mucho y las que antes me importaban, ahora no me importan nada”.
Expresa que de por sí es muy familiar en su vida cotidiana, no hay mejor lugar en el mundo para él que Caitime, Sinaloa, sin embargo, con este proceso que aún sigue viviendo el mundo, ha aprendido a valorar los detalles más sencillos que tiene la vida. “Vivo con mis padres aún y así me gusta, porque me salí a los 13 años de mi casa, y cuando tuve oportunidad de regresar, lo hice y por eso estoy ahí con ellos todavía”.
Destaca que estos meses han sido una montaña de emociones, “hubo momentos donde no escribía y otros donde escribía mucho, en otros momentos me puse a hacer este disco, y hubo otros en los que me dediqué a lo que me gusta, como a estar con los caballos y en el rancho… en fin, cada quien cuenta cómo le fue en la feria. A mi familia nos dio el COVID-19, pero todos gracias a Dios estuvimos bien, mis padres a pesar de no ser unos chamaquitos –ya tienen 70 años– está todo correcto con ellos. Entonces, afortunado, bendecido y consentido de Dios”, expresa.
Finalmente reconoce Joss que cuando llega a su rancho, se trata de un momento importante donde reconecta con su persona, “cuando llego ahí, para empezar no soy Joss Favela, soy José Alberto, y ahí a mi papá no le importa si se venden discos o no, siempre será mi papá, y mi mamá igual, me regaña por las mismas cosas, no me deja decir groserías en la casa… ese tipo de cosas me traen a mi núcleo y a lo que soy realmente”, confiesa que en su rancho es donde escribe más canciones.