La psicóloga de 34 años, Karla Casillas, con una consultoría en Recursos Humanos, representará a Jalisco en el certamen Miss Wheelchair México 2020 (Señorita en silla de ruedas). En entrevista recuerda que este concurso que abandera la inclusión, se desarrolla desde el 2019, el año pasado la sede fue Coatzacoalcos, Veracruz y ahora la velada se realizará en Playa del Carmen del 27 al 29 de enero del 2021.
“La convocatoria fue vía Facebook, me enteré desde el año pasado, pero desgraciadamente no pude participar por compromisos laborales que tenía, y pude hasta este año, se iba a realizar (el concurso) en octubre, pero no se pudo por la pandemia. Los requisitos para participar es que seas una persona con discapacidad motriz, que seas mayor de edad, y que de preferencia seas profesionista o activista por los derechos de las personas con discapacidad”.
La chica que gane puede representar y empoderar a las mujeres con discapacidad motriz a nivel internacional, pues las participantes buscan enfrentar la discriminación y que se den mejores oportunidades de educación y servicios de salud, “que tengamos las mismas oportunidades y derechos, porque muchas veces nos califican como personas de clase vulnerable y no debe de ser así porque considero que cualquier persona puede quedar expuesta a una silla de ruedas por algún accidente, o cualquier otra causa, nadie está exento de tener alguna discapacidad”.
Karla nació en Culiacán, Sinaloa, pero ya tiene más de 30 años radicando en Jalisco y ella quiere buscar en el Estado más accesibilidad para las personas con discapacidad. “Incluso por el hecho de ser mujer, se discrimina a veces en algún tipo de puesto, pero cuando se tiene una discapacidad es doble la discriminación. Entonces, hay que acabar con todas estas barreras y tabúes”.
El concurso no tiene premio monetario, solo se trata de abanderar la labor social. Las características que se van a calificar son la actitud, el empoderamiento, el trabajo en equipo, la profesión que se ejerce y la lucha por la que se quiere ser reina. El primer día se les entregarán las bandas a las participantes, las coronarán como reinas de cada Estado, en el segundo día se desarrollará una pasarela con traje típico y en la gala final, se lucirá un vestido de noche donde el jurado tomará en cuenta todos los puntos antes mencionados.
Karla está buscando fondos para poder acudir al concurso, pues como es un evento privado, no hay apoyo por parte del gobierno. “Cada chica lo está haciendo a su manera, pero yo estoy buscando fondos para cubrir un hospedaje, boletos de avión y comida”. También está buscando patrocinios, la diseñadora Paola Nájera le está ayudando con un vestido, pero también necesita otros vestidos más y maquillaje para los eventos de gala en los que participará. Para contactarla y apoyarla en su causa, la pueden encontrar vía WhatsApp en el 33-23-32-38-07, todo suma, desde zapatos y pestañas, entre otras cosas.
Karla está inmersa en la causa de incorporar a las personas con discapacidad en el mundo laboral. Su consultoría brinda servicios a nivel local y nacional. Destaca que aún falta mucha cultura en las empresas para que las personas con discapacidad puedan desarrollarse.
Nada es fácil, pero de todo se aprende
Si bien Karla no la ha tenido fácil para desarrollarse en una sociedad que necesita trabajar mucho en temas de inclusión, el apoyo de su familia ha sido indispensable para convertirse en la mujer que hoy es. “Mi discapacidad se conoce popularmente como ‘huesos de cristal’, tuve una infancia muy pesada porque era fractura tras fractura, he tenido a lo largo de mi vida como 80 fracturas en el cuerpo. En esta etapa de mi vida ya estoy un poco mejor porque ya tengo más de 15 años que no me fracturo, mis huesos están más fuertes, me ha ayudado el hacer actividad física, practico natación y danza sobre silla de ruedas y hago algunos entrenamientos de cardio con una silla manual, recorro entre dos y tres kilómetros diarios”.
En la parte laboral ya tiene cuatro años como empresaria. “Me considero una persona capaz, con todos los conocimientos y la verdad me ha ido bien, aunque como a todos, la pandemia me ha bajado el trabajo. El apoyo de mi familia, mis amigos y mi novio ha sido incondicional, siempre han estado impulsándome sobre todo mi padre, quien siempre me ha dicho que los límites están en la mente. Mi hermano también me ha apoyado bastante, incluso ha tenido que dejar sus trabajos. Ya soy más independiente, ya me muevo más fácil en la ciudad. Me gusta viajar y conocer otras culturas, por eso salí de esa burbuja de confort para enfrentarme a la realidad, tenemos que vivir la vida como es, si me caigo me tengo que volver a levantar, me considero una persona muy positiva”.
