Hace un par de semanas el director y fundador de la marca Komono, Anton Janssens y su brand manager, estuvieron de visita en Guadalajara. En el centro comercial Punto Sur se acaba de abrir una tienda de la firma de gafas y relojes, por lo que el CEO vino a atestiguar el clic que se ha dado con nuestra ciudad y tuvimos la oportunidad de conversar con él acerca del ADN de la compañía que apuesta por un estilo de vida sin complicaciones.
Actualmente, Komono tiene presencia en más de 90 países alrededor del mundo, principalmente en Europa y Asia, así que el que esté una tienda en México y específicamente en Guadalajara, ya es un gran motivo para festejar.
“Celebramos el lanzamiento de nuestra primera tienda en México, me siento muy orgulloso de ello. La marca es la misma en todo el mundo y estamos expresando el mismo mensaje en todas partes, claro, hay estilos que pueden ser más populares en un país que en otro, pero esto depende mucho de cada cultura local”, dijo Anton.
Komono surge en Bélgica en el año 2009 gracias a la visión de Raf Maes y el propio Anton Janssens. La marca llega a México gracias a Nayeli Verduzco, quien tras estar estudiando en Europa, se propuso traer Komono a nuestro país en 2014.
“También estamos celebrando 10 años de Komono, nosotros hemos volteado al pasado para revisar que es lo que ha resaltado (de la marca), porque yo no quiero repetirme a mí mismo, por lo que hemos rediseñado nuestras características para ir hacia el futuro. Ahora estamos con una nueva agencia creativa y el resultado es que ahora lanzamos cinco modelos de relojes y gafas y esto será lo que va a presumirse en la celebración de esto 10 años”.
Sobre la evolución que él nota en cuanto a la firma, la equipara con la vida misma, “toda persona está en constante evolución. Entonces, lo que Komono trata es remontarse al pasado, pero con miras hacia el futuro. En ese sentido, hay muchas lecciones aprendidas y cuando hablamos del diseño del producto y la calidad, es porque el ADN de la compañía ya nos impulsa al futuro, el amor por el diseño es exactamente igual que el día uno, pero hoy somos más sabios”.
Hoy el público ha cambiado, le interesa tener una experiencia cercana con el producto antes de decidirse a comprarlo, a propósito de ello, resalta Anton que en Komono esta es una actividad que siempre está presente. “Komono no es un producto, es una sensación, es una emoción. Yo me siento muy emocionado porque en la moda el enfoque está en ser único, en expresarte como tú eres y en Komono esto sucede”.
Anton en un principio se encargaba del diseño, él era el único responsable y no había nadie más, pero hoy ha cambiado el esquema, ya dirige un departamento completo, pero la última palabra la tiene él. Destaca que en Amberes el crecimiento del diseño y las ideas es muy peculiar y la creatividad ahí está en su máxima expresión, le gusta lo que sucede en su ciudad y lo proyecta en su marca.
Sobre lo nuevo que viene, adelanta el CEO que llegará una colección inspirada en Navidad y una más sobre gafas inspiradas en deportes invernales como el esquí, aún no sabe si en específico esta colección llegará a México.
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