El nuevo álbum de estudio de Kylie, “Disco”, se encuentra disponible desde ya a través de BMG. El pasado 7 de noviembre, Kylie transmitió un show de streaming para todo el mundo: “Kylie: Infinite Disco”, llevando a los fanáticos en un viaje dentro de su imaginación a otra dimensión.
“Disco” es el decimoquinto álbum de estudio del ícono pop de nueva música desde “Golden” de 2018 que alcanzó el número 1 tanto en el Reino Unido como en Australia. El primer single “Say Something”, recibió elogios de la crítica mundial, considerado “brillante” por NME y “una pista de baile introspectiva con letras que se sienten pertinentes para nuestros días de cuarentena” por Rolling Stone. El segundo single “Magic” también se convirtió en un hit instantáneo llegando al número 1 del Chart Hot Song de Monitor Latino en Argentina.
Para “Disco”, Kylie trabajó con los colaboradores Skylar Adams, Teemu Brunila (David Guetta, Jason Derulo), Maegan Cottone (Iggy Azalea, Demi Lovato), además de su colaborador de años Biff Stannard, entre otros. El álbum se grabó en gran parte en confinamiento, con cada miembro del equipo grabando y trabajando desde una ubicación separada, lo que llevó a Kylie a tener un crédito de ingeniería vocal en todas menos dos de las 16 canciones del disco.
El mes pasado, Kylie anunció “Kylie: Infinite Disco”, una performance espectacular de 50 minutos que se transmitió el 7 de noviembre para todo el mundo. “Kylie: Infinite Disco” llevó a los espectadores a través de un universo paralelo desde el aislamiento solitario hasta una comunidad de unión eufórica alternativa en la pista de baile.
El mundo visual imaginado por Kylie y el equipo creativo de Studio Moross y Sinclair / Wilkinson terminó en un tiempo y un lugar futuros donde podemos, en palabras de Kylie, “todos volver a ser uno”. La actuación contó con muchas de las pistas de “Disco”, así como algunos clásicos muy especiales de Kylie. Las pistas fueron especialmente reorganizadas para este evento único por los colaboradores de Kylie desde hace mucho tiempo, Biff Stannard y Steve Anderson.
Foto de David López-Edwards
