En YouTube se estrenó el programa “La más draga”, un formato de manufactura nacional que se inspira del icónico show “RuPaul’s Drag Race”. Y en Rosa Distrito les compartimos nuestra crítica constructiva. La transmisión lleva dos capítulos, los cuales se estrenan cada martes, y como lo dijo nuestra adorada Susana Zabaleta, todas están muy tiesas, pero no solo las participantes, los jueces casi que las alcanzan, pero antes de pasar a los puntos que se pueden pulir, pasemos primero a lo positivo.
El drag es una rama del entretenimiento y el arte que había estado muy underground, pero gracias a la plataforma y a los alcances de RuPaul y otras estrellas del transformismo, todo ha cambiado y ahora las performers cada vez tienen más espacios donde desarrollar su labor artística, por ende en otros países como el nuestro era justo y necesario que se les reconociera a los talentos nacionales y locales.
Ciudad de México es un lugar de diversidad y estas drag queens que salen en el programa “La más draga”, entiendo, ya tienen una carrera y un prestigio. Mi favorita es Deborah La grande, por el talento histriónico que tiene, a las demás sinceramente no las conocía, pero habrá que buscar su trabajo anterior a este show.
Está muy acertado que Lorena Herrera sea la host del show, tiene un humor muy especial y en este momento es una figura muy relevante en el mundo LGBT+ en México, es bellísima y los atuendos que ha usado en estas dos emisiones están de impacto y la identificación que tiene la audiencia con ella es natural. Entonces, al paso de los demás programas espero que todo se vaya puliendo de la mejor manera porque hasta estas dos emisiones, se nota que mi Lore no conoce a las participantes, no sabe quién es quién y eso está pésimo, su deber es aprenderse las caras y los nombres.
La juez que es make up artist, Yari Mejía es la más gris de ese panel, le falta actitud en la voz y en las críticas, está completamente apagada, debe ser muy buena en su trabajo, pero a cuadro no luce nada. La drag Letal es la única que tiene los comentarios más certeros en cuanto al desempeño de las participantes –al menos lo descubrí en el segundo capítulo– porque en el primero tenía la cara oculta y no se le entendía lo que decía, a Dios gracias la producción se dio cuenta, solo le falta estar menos tensa y como su nombre lo dice, ser más letal, ya tiene el veneno, solo le falta escupirlo y esparcirlo. El más informado en cuanto a las concursantes se refieres es Johnny Carmona, tiene seguridad y empatía, a cuadro es quien genera más confianza.
Y vámonos con la materia prima del show, las transformistas, quienes son: Deborah La Grande, Margaret y Ya, Cordelia Durango, Debra Men, Lana, Bárbara Durango y Eva Blunt. Primeramente, un reconocimiento por a atreverse a formar parte de un programa que va iniciando y que veo que a la gente le gusta mucho, a mí no me ha atrapado del todo porque noto muchos errores, pero la idea está padre y todo lo que comienza tiene que pulirse para sobresalir, así que estaré muy atento a su desarrollo.
Lo que sí es que todas están súper tensas a cuadro, les falta muchísimo desenvolvimiento escénico, deben ser unas fregonas en sus shows nocturnos, pero en YouTube no más no se notan las tablas, el maquillaje de la mayoría está chingón, pero sí hay un par que necesita aplicarse.
Donde creo que fallan todas es en el vestuario, tanto en la primera prueba de La más Diva como en La más quinceañera, parece que la ropa no es suya, que no la idearon para su número, o se las prestaron o se la compraron, es decir, se ven disfrazadas, las únicas que considero defienden su identidad drag son Margaret y Ya y Deborah La Grande.
Creo que la producción debería ponerles un coach para desenvolverse a cuadro, o tal vez ya lo tienen y nos convenzan en las próximas ediciones. Además, ¡Cómo no saben andar en tacones! Eso es básico en una drag, es más, debe ser tan fisiológico como comer y beber agua.
El set de grabación está lindo, y sí, no es TV, estamos en YouTube, pero se ve que es muy pequeño, al grado de que no caben las concursantes y las críticas se dan por turnos, los jueces sentados en trajineras –cool la idea– tienen que levantar mucho el cuello y la mirada para hablarse a la cara, de lo contrario la mirada estaría puesta en los genitales ¡o sea!
Y qué decir de la manera en la que califican el desenvolvimiento de cada una, nada más no se entiende el parámetro de medición, si los jueces no lo tienen claro, que se les nota, imagínense a nosotros como espectadores. Es la primera temporada y hay que corregir muchas cosas, hay talento y ganas, nada más que la producción las enfoque bien para que los esfuerzos den los mejores frutos. ¿A ustedes les gusta el show?
Imágenes tomadas de Twitter: @Lamasdraga