El director español, Álex de la Iglesia, quien fue reconocido con el Mayahuel Internacional por su trayectoria en el FICG 39, ayer sábado 8 de junio ofreció una clase magistral en el Conjunto Santander bajo el título «El universo del cine de género fantástico según Alex de la Iglesia», la cual estuvo moderada por Gonzalo Lira.
Durante el conversatorio, habló sobre la percepción que tiene sobre la construcción de su cine, resaltando que en realidad no sabe cómo funcionan las cosas que pone en marcha. “No es una falsa molestia, es que realmente no lo sé. Quiero contar historias y hay un momento en el que quizá las imágenes o las necesidades coinciden y entonces, eso da una sensación de coherencia, así como sucede con el caos, la simetría y la falta de dirección, porque al final lo arbitrario genera una especie de sentido. La pasión por el ridículo es una cosa que me resulta fascinante, además de las ganas de entretener”.
Expresó que le interesa que los demás se la pasen bien con un momento “hipotéticamente único” y que esa necesidad se ha ido repitiendo una y otra vez. «Muchas veces comparo dirigir con hacer una fiesta, con las ganas de que ésta sea inolvidable y que la gente disfrute con algo que no ha visto nunca o que le resulte sorprendente, como en un parque de atracciones».
Sobre cómo surge esta intención de desarrollar proyectos que salen de lo establecido y que rompen esquemas, comparte Álex que tal vez está inquietud viene desde su infancia o su adolescencia, “supongo que tenía unas ganas enorme de divertirme y unas ganas tremendas de marcar una diferencia”.
“No tuve una infancia triste pero sí sorprendente, pero quizá todo eso hizo que me apeteciera bastante utilizar el cine como una vía de escape. Hay gente que cuando cuenta una historia quiere ayudar o proteger a alguien y otros, sencillamente queremos inventarnos algo que te mantenga despierto”.
¿Ryan Gosling iba a ser “El Santo”?
Lira cuestionó a Álex si fue verdad que se negó a dirigir “Alien”, pero resaltó que no, que nadie podría negarse ante tal invitación, sin embargo, en ese momento él se encontraba filmando “Perdita Durango” por lo que no se dieron los tiempos.
Sobre la intención de desarrollar una nueva película de “El Santo”, expresó que la intención no era revisitar al personaje o ahondar en él, sino que se tratara de una nueva aventura, un nuevo capítulo donde tras la muerte de «El Hijo del Santo», ahora sería el nieto el que tomaría el legado. Sin embargo, no hubo un acuerdo entre la casa productora y la familia del luchador.
“He abordado proyectos que no eran posibles, no hice ‘Fumanchú’, esa sí que era divertida, tuve ocho versiones de guion, nos volvimos locos escribiéndola. Y lamentablemente ‘El Santo’ sí se podría haber hecho, estaba financiado, lo que pasa es que no llegamos a un acuerdo con la familia, una lástima, ellos son encantadores, El Hijo de El Santo es maravilloso y el nieto también, pero ellos no encontraron un apoyo con Sony y el guion estaba muy bien”.
Además, resalta que los americanos querían que Ryan Gosling fuera “El Santo”, “me enseñaban fotos, pero yo les decía, ‘es que no lo veo’, y ellos me respondían, ‘pues estás desperdiciando una gran oportunidad y pues no se hizo (risas)”.
En ese sentido, se le cuestionó qué determina que él se decida por echar a andar un proyecto, a lo que destacó que “no hay nada más allá que el dinero. Vivimos en un mundo de fantasía donde la gente habla de proyectos y de ilusiones, pero solo hay una cosa, si encuentras el dinero, la película se hace, sino, no”.
Aunque también refirió que ya le demostró Francis Ford Coppola que sí se puede hacer un filme con plena libertad cuando el creativo en cuestión tiene los recursos para hacer lo que se quiere, la diferencia con Coppola, destacó, es que él no tiene la inversión que se requiere, comparado con Francis que le metió a su reciente película “Megalópolis”, 120 millones de dólares.