Desde antes de su estreno, las opiniones se han dividido con respecto a la nueva versión de “Las Brujas”, clásico de 1990 dirigido por Nicolas Roeg y protagonizado por Anjelica Huston, cuya actuación marcó a toda una generación de niños, me incluyo. Ahora la historia de Roald Dahl, creador de otros cuentos como “Matilda” y “Willy Wonka y la fábrica de chocolate” es retomada por el cineasta Robert Zemeckis donde Anne Hathaway toma el papel principal de “La gran bruja”.
Es inevitable no hacer comparaciones. La cinta de 1990 ofrecía una estela oscura que a los niños de la época nos aterrorizaba, pero que nos mantenía atentos y receptivos de lo que estaba por suceder. La nueva versión es más fantasiosa, incluso considero exagerado la utilización de CGI.
Sí, la nueva versión está completamente dirigida al público infantil, tiene una estética clara sobre cuáles son sus pretensiones. Anne Hathaway es encantadora como “La gran bruja”, es caprichosa, embustera y fashionista. Cuando se muestra tal cual es, sí tiene una apariencia que da miedo, pero que pudo ir más allá, eso obviamente no depende de ella, porque su interpretación es impecable, pero esta escena cuando se reúne con las demás brujas no supera a la de Anjelica Huston cuando se quita la máscara delante de todas y se revela su verdadero ser.
Ahora Octavia Spencer y Jahzir Bruno, son los héroes de la trama, forman a una abuela con su nieto, que realmente son entrañables, incluso el inicio de la cinta es bastante emotivo, porque el jovencito afronta la etapa de duelo tras la muerte de sus padres. Para la época en la que se desarrolla la historia, la comunidad negra era muy discriminada, y la película le da el lugar que merece, honrándola a través de estos personajes protagonistas.
Hay algunos personajes que no aparecen como sucedió con la versión anterior y la leyenda que se cuenta cuando hace acto de aparición “La gran bruja”, también es muy distinta, esto para mí como espectador que ya tengo un precedente, le quita efectividad a una cinta que pudo haber conservado el terror que hace tan atractiva a la historia de Roald Dahl, pero también entiendo que son otros tiempos y que tal vez lo que se busca es llegar a toda la familia con una narrativa más ligera.