El Teatro Diana se convirtió en un espejo en el que nos vimos reflejados todos a través de la doctora corazón, Ely Guerra. Sí, porque a través de casi dos horas de concierto ayer por la noche, la cantautora nos llevó por las fases del enamoramiento, donde también coexisten el dolor y el olvido.
Pícara e intensa, Ely nos hizo recordar esos amores apasionados… y bueno, quienes no se han enamorado, pueden saber lo que les espera. Guerra presentó en Guadalajara el cierre de su gira “El origen… la despedida”. Y así comienza un nuevo ciclo en su carrera con nueva música que está por venir.
A continuación la historia sentimental y musicalizada:
Quiéreme mucho.
“Por supuesto que quiero sentirme bien, y hermosa, pero sobre todo como tú, bella Perla Tapatía”.
Peligro.
La realidad es que yo estoy en búsqueda de encontrar un amor, un macho de Guadalajara, divino, un hombre HE-TE-RO-SE-XU-AL… un hombre peligroso, ¿puedo encontrar un hombre esta noche?”
Tu boca.
Y Ely sueña, es un beso, pero no ve el rostro, se siente cómo un pez, quiere entender a quién beso, y por qué fue, pero solo recuerda los labios, y claro, muy nítida y sensorialmente el beso.
You love me.
“Voy al supermercado. Te veo venir, te veo guapo y pienso, ‘¡claro este es el cabrón del sueño!’. Y como buen macho de Guadalajara, él dice, ‘esta vieja la quiero’. Comenzó la seducción, él me dijo, ‘soy tuyo’”.
Para ti.
“Claro, como buena dama, empiezo a entender que los mejores momentos están por venir, estamos enamorados, agarrando onda, por ejemplo, le digo… ‘mi amor, podrías sacar la basura’ y él me responde, ‘sí, para eso soy el hombre’. Claro, yo me aflojo y empieza promete que promete ser…”.
Colmena.
“Estamos enamorados y resulta que voy buscando los pretextos para no sentirme tan ñoña, tan pegajosa, siento que tengo que ir al mundo recoger mi miel e ir a mi colmena… creo que esta canción es de mis favoritas”.
Para hacerme perdonar.
“Lo que sigue es doloroso, en el amor real, las cosas se desajustan, duelen… Entre tú y yo parece que hay muchas cosas en común, y claro, ahí es cuando uno busca otras cosas para salir de la rutina. Busco la libertad, porque el espacio que teníamos tú y yo ya no me dice nada. Tomo el puñal y lo entierro en tu corazón, porque eso hacen las palabras, me doy cuenta que te duele y saco lo que intenta ser una disculpa, pero te he desgarrado el músculo vital que genera tu amor y no sé cómo hacerme perdonar”.
Lágrimas de agua salada.
“Comienza la lloradera porque sé que yo tuve la culpa y tú te fuiste, porque pendejo no eres. Te fuiste y ahora me arrepiento porque te extraño, no sé qué pasa, solo puedo llorar y llorar, salen unos lagrimones de mis ojotes grandotes y entonces mis lágrimas saben a sal, son lágrimas de agua salada”.
El triste.
“Sigo llorando, sentía que me estaba volviendo loca, o quizá ya lo estaba y por eso aquel me dejó, los hombres no aguantan nada. Sigo llorando y llorando, me pregunto por qué estoy llorando, de qué se trata. Me acuerdo que estoy en Guadalajara y pienso en refugiarme a la mexicana, sí, en el tequila. Voy a La Fuente y el cantinero me ve que vengo a chupar, ya me analizó, me empieza a servir los tequilas y llega un mariachero y le digo: ‘tócame el triste hijo de la…’”.
Llorona.
“Mis ojos son dos vacíos y pienso, ‘yo soy como el chile verde, yo soy la llorona’.
¿Por qué tendría que llorar por ti?
“Sigo llorando, pero ahora puedo preguntarme por qué lo sigo haciendo, ¿por qué tendría que llorar por ti?”
Vereda tropical.
“Me siento yo, vuelvo a ser yo, lo estoy superando, todavía te extraño y te quiero, por que inclusive estoy visitando esos lugares a los que fuimos juntos como esa vereda tropical”.
Júrame.
“Comienzo con la idea de que me debes algo, porque maldeciré las relaciones que lleguen a tu vida”.
Solamente una vez.
“La realidad es que yo era la que estaba enamorada de ti. Ya te superé y es cierto que no me debes nada, solo una vez se ama en la vida. Los que hemos vivido, gozado, sufrido y llorado el amor les deseamos un año lleno de amar profundamente y de perdonar, ‘¿por qué no?”
Mi playa; Ojos claros, labios rosas y Quiéreme mucho.
El ciclo se cierra, pero de nuevo se abre, se llega al punto de origen para volver a comenzar. La moraleja es que así es el amor. Gran noche nos regaló Ely Guerra.